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Category: Blog

Y mi banda toca: blockchain

Una startup es como una banda de rock.  Una idea, un equipo y mucho sacrificio.  Desorden, excesos, y un sueño por defender.  Cómo cualquier banda, al principio tocamos en nuestros garajes, nuestros instrumentos (una laptop) y la internet son las herramientas y escenarios donde tocamos y afinamos, buscando esa identidad que nos separe de las otras bandas.

Y van apareciendo los concursos de bandas, la emoción de un público que entienda nuestra identidad, nuestra propuesta de valor.  En nuestro caso, hace un año estábamos agotados de ensayos, pruebas y trasnochos, y vino la invitación del concurso de bandas de NXTP Labs, uno de los más prestigiosos de la región.  Estábamos a punto de guardar los instrumentos, y dijimos ¡intentémoslo una vez más! Logramos pasar los filtros iniciales, pasamos a ser acelerados y lo que siguió fue una nueva etapa para nosotros.  Conocimos a otras bandas y pudimos conectar con las bandas grandes (fintech ya posicionadas), las emisoras (los bancos), las disqueras (VC), y en general con todo el ecosistema local (Colombia).  Luego nos unimos al gremio (Colombia Fintech) y pasamos a un nuevo nivel.  Y esto significó abandonar las otras cosas que hacíamos, y dedicarnos a tocar Fintech.  Habíamos logrado una identidad, y empezamos a “tocar” con nuestro newsletter.  Al principio 50 suscriptores, hoy ya son más de mil doscientos (el bechmark, que es el newsletter de la BVC, tiene ochocientos).  Cuando nos buscaban para que tocáramos otra cosa (abogados de profesión) tratábamos de hacerle ver a nuestros clientes que la respuesta era innovar con tecnología, con inteligencia artificial, cloud, o blockchain, no un contrato.

 

Así surgió el Proyecto Colibrí.  Nuestro gran amigo Felipe nos buscó para que miráramos una solución para la administración de garantías en las operaciones de derivados.  Él quería que miráramos el tema desde lo legal.  A la semana le llamé y le pedí una cita en la entidad para la que trabajaba.  Nuestra solución: blockchain.  Aún recuerdo la mirada de Felipe.  Parecía que le fuera a “echar gotas” (una expresión local).  Obvio, la respuesta fue “te llamamos”.  Y es aquí cuando como banda encuentras que esa identidad que estabas buscando define tu futuro.

Pudimos haber abandonado o haber enviado una propuesta para revisar el tema legalmente.  Pero no era lo que queríamos.  Desde el principio, supimos que la melodía que debíamos tocar era usando la tecnología de libro distribuido (distributed ledger technology, dlt o blockchain).  Sin embargo, no teníamos ese talento a la mano, no conocíamos a quién interpretará esos instrumentos aún, por lo que habíamos seguido con inteligencia artificial.  Pero después de la reunión con Felipe, supe que el momento era ahora.  De eso han pasado unos seis meses, y desde entonces hemos tenido una evolución vertical.

La mano de Dios nos llevó al talento, y el talento nos ayudó a integrar el ecosistema.  Pudimos encontrar identidad en otra fintech que había sido acelerada por NXTP Labs, con la que habíamos compartido en esas pausas en las oficinas de Microsoft donde NXTP nos mostraba el funcionamiento del mercado.  Esa fintech, era una banda más que también buscaba bares para tocar y probar sus ideas y productos, como nosotros.  Ya éramos una banda más grande, buscando esa oportunidad que casi siempre nos piden que sea gratis.  Y obvio, lo hacemos.  ¿Qué banda no ha tocado en un festival, en una emisora, en la que la exigencia es que sea gratis, con el fin de “levantar groupies”?  Cada like, cada vez que alguien comparte y difunde, cada vez que alguien se nos acerca y nos dice que le gusta lo que tocamos es un impulso para seguir, es la energía que nos levanta al otro día para seguir adelante.  Es lo que refuerza la identidad que construimos.

Y el mercado empezó a aparecer.  Al principio tocábamos con esperanza, con la paciencia de quien tiene un álbum de canciones en la cabeza y solo espera a la disquera para mostrarlo, con la paciencia de quién se imagina el concierto y la gira local, regional, global.  Lo haremos.  Lo sé.  Tú qué estás leyendo, lo sabes.

 

Obvio todavía nos falta mucho.  Como escribirían Angus, Malcolm y Ronald “it’s a long way to the top (if you wanna rock ‘n’ roll)”.  Estamos iniciando una ronda de inversión, que es como una gira pequeña.  No dormimos, o lo hacemos sentados en las sillas del bus (un escritorio), se come mal o de afán, preparamos el concierto (pitch) y la documentación y empezamos a tocar cuando lo piden.  Nos ven con atención, pero también nos ignoran, mientras tocamos algunos chatean en sus celulares, nos cancelan conciertos uno o dos días antes, nos dicen “te llamamos”, nos piden documentación y corremos a prepararla y siguen semanas sin “la llamada”, y seguimos… no paramos.  Esto es una gira y sabemos bien que tenemos que hacer todo lo que nos piden, salvó detenernos.  Reímos, estamos felices, pero también nos cansamos, y siempre seguimos.

Aún estamos construyendo nuestro “primer éxito”.  Hay documentos en los que nos prometen contratos fabulosos, hay promesas de giras grandes y organizadas, y sabemos que todo eso vendrá.  El equipo se compromete, va creciendo, New York y Londres, las grandes plazas de la gira soñada están más cerca de lo que cualquiera podría imaginar.  Esta semana empezamos a integrarnos a esos ecosistemas.  La tecnología ahorra distancias infinitas.  Sabemos que en un año las emisoras y las disqueras que buscan talento en esos mercados van a saber de nosotros… ya empezamos a hacer ruido.

 

Emprender es cómo lanzar una banda de rock.  Al principio eres un irresponsable que está dejando una profesión o carrera seria (abogado) para tocar algo raro que tus papás no entienden de qué se trata.  Es una locura de emociones, hay que ser insane para hacerlo.  Cuando estaba en el ejército, recuerdo esas mismas emociones: la satisfacción de hacer lo correcto, de intentarlo, y el cansancio físico del ejercicio y emocional al ver la respuesta de quienes no entienden la misión.  Hoy, la emoción de saber que hemos elegido bien al enfocarnos en blockchain y el cansancio físico de las trasnochadas, y el sentimental de los demos gratis, las “cifras simbólicas”, los chats y las llamadas sin respuesta.

Hace tan solo veinte años ninguno habría apostado que las grandes compañías globales serían aquellas que se hubieran enfocado en desarrollar ecosistemas alrededor de las redes sociales.  Así mismo, estoy seguro que en veinte años las grandes compañías globales serán aquellas que desarrollaron ecosistemas alrededor de blockchain.  Todo lo va a cambiar, sobre todo en los mercados financieros.

Todo esto es el camino de emprender.  El viernes pasado nos preguntaban, ya tarde, después de estar hablando media hora de cómo podemos cambiar el ecosistema de los mercados financieros, “¿y qué es lo que hacen?”  Y entonces hicimos una pausa, tomamos la cerveza y dijimos: “nuestra banda toca Blockchain en ondas medias y frecuencia modulada”.  Y sonreímos…

  • 26 mayo, 2019
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La apuesta por más flexibilidad

La próxima década será de evolución y de revolución en los mercados financieros.  Las necesidades de los clientes, los avances de la tecnología, la irrupción de las fintech, y la presión regulatoria redefinirán la forma como se ofrecen los servicios financieros.  Por ello, los bancos necesitan ser más flexibles para adaptarse y superar estos desafíos

Los bancos más exitosos serán aquellos que tengan estructuras más simples, pero de mayor alcance.  Se enfocarán en los segmentos más rentables (no necesariamente los de mayores ingresos), pero también operarán en un mayor número de mercados.  Ofrecerán productos más flexibles que los clientes puedan tomar, modificar y adaptar a sus necesidades.  Algunos evolucionarán hacia la externalización de funciones administrativas que no brindan una ventaja competitiva, e incluso, hacia la operación de servicios que pueden ser claves para sus competidores.  La infraestructura será parte de un ecosistema organizado en torno a las necesidades de los clientes.

Esta transformación digital se está dando como consecuencia de un entorno que les exige a los bancos revisar su modelo de negocio para que genere un mejor retorno con menor volatilidad.  Y esto en medio de un ambiente de bajo crecimiento en los mercados desarrollados y altas volatilidades en los mercados en desarrollo.  Por eso, para poder sobreponerse al contexto que enfrentan, las instituciones financieras deberán ser más simples y más eficientes.

El mundo está cambiando, y los bancos no pueden ser ajenos a las macro tendencias que están afectando las bases de su modelo de negocio:

1.    Los cambios en las preferencias de los consumidores;

2.    La simplificación de procesos, estructuras y productos que ofrece la tecnología;

3.    La competencia disruptora de modelos de negocio diferentes a los tradicionales apalancados en la tecnología, y;

4.    La presión de una agenda regulatoria cada vez más globalizada.

Estas macrotendencias simplemente acelerarán la evolución de la banca, algunas de ellas incluso reflejan el potencial para impulsar una revolución en la industria.

Esa transformación digital tomará varios años, sin duda.  Pero hay unos cambios que se deben dar en el corto plazo, y el propósito de este documento es evidenciar esos cambios que deben ser implementados para enfrentar mejor los desafíos del presente.

Algunas entidades en el mundo ya han iniciado este viaje.  Y lo han hecho enfrentando un entorno altamente cambiante.  En Latinoamérica, el modelo bancario más tradicional puede haber generado un mayor retraso en el inicio hacia la transformación digital, pero los desafíos evolucionan de manera global, y por lo mismo, es necesario una actuación decidida hacia la evolución del modelo de negocio.

Y en este camino hacia la transformación digital, los bancos deben iniciar por reconocer que deben capitalizar las ventajas en la información que tienen de sus clientes, del mercado, de las operaciones. Con una estrategia centrada en apalancar ese conocimiento, los servicios entregados a los clientes serán simplemente superiores. Y en el camino a lograrlo, los bancos deben aprovechar las oportunidades del open banking y la asociación con las fintech para acelerar el proceso de transformación digital que les permita mejorar la relación con sus clientes.

La apuesta por la simplificación es, entonces, la apuesta por la transformación hacia lo digital. En la encuesta de Temenos de 2016 se evidencia que la prioridad de inversión en la mayoría de bancos es hacia una oferta digital para llegar a los clientes, para mejorar la forma como se crea valor dentro de las organizaciones (ver Figura 1).Y la encuesta de 2017, muestra cómo los canales digitales (18%) y la analítica de datos (14%) son las mayores prioridades de gasto de TI, lo que refleja el foco de la agenda digital de los bancos globales.

La banca se va a reinventar, con o sin los bancos.  Los bancos que lo hagan, desarrollando nuevos productos, acogiendo modelos de negocio más flexibles, podrán entregar mejores retornos para sus inversionistas, incluso en un entorno de bajo crecimiento y alta volatilidad.

  • 1 marzo, 2019
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Mercado de Capitales 2.0: La revolución de la innovación (IV)

Una hoja de ruta de mediano y largo plazo para el mercado de capitales.  Ese es el objetivo de la Misión del Mercado de Capitales (en adelante la “MMK2”), que el Gobierno ha liderado en conjunto con la industria a través de unos talleres cuyas conclusiones ha puesto en conocimiento y para comentarios del público.  La primera fase, “Diagnóstico y Priorización de Problemáticas” ha dividido los temas alrededor de tres ejes: demanda (ampliar la base de inversionistas), oferta (profundizar la oferta) e infraestructura (eficiencia del mercado).  A continuación, nuestros comentarios a esta primera fase.

Y es que todo este esfuerzo debería servir al propósito de convertirnos en un Centro Financiero Internacional a nivel regional (Latam).  Un verdadero hub que atraiga las empresas y el talento que dinamicen más sectores de la economía, que generen los impuestos con los que podamos alejarnos mucho más de la pobreza, que sea un referente de ejecución extraordinaria y de trabajo en equipo en pro de un solo objetivo: ser los primeros en la región para 2026, como lo propone el Clúster de Servicios Financieros de la Cámara de Comercio de Bogotá.  Y creo que ese objetivo es posible si ese esfuerzo se enfoca decididamente en atraer a las empresas y al talento que están construyendo el futuro de los mercados de capitales.  Creo que ese futuro es posible solo si todos nos apalancamos en la innovación.

Este es el tercer artículo de una serie (realmente el cuarto porque hubo una introducción anterior).  Los artículos anteriores sobre demanda (aquí), sobre oferta (aquí) y la introducción (aquí) completan la serie.  Y habrá un artículo final (terminarán siendo cinco) específico para el mercado de derivados (aquí).

 

Infraestructura: La revolución del blockchain

El Gobierno destaca que el mercado de capitales se caracteriza “por la existencia de conglomerados financieros cada vez más consolidados, con propiedad y presencia regional y que administran riesgos financieros cada vez más complejos.”  Así mismo, con un sistema basado en un modelo de matrices y filiales que ha “segmentado entre las entidades financieras conforme su licencia autorizada”, y una incipiente irrupción (no disrupción, aún) de modelos de negocio “con mayores eficiencias y especialización en la prestación de servicios financieros”.  Respecto a las infraestructuras, el Gobierno señala que el mercado “tiene actualmente una infraestructura completa con proveedores especializados para facilitar la negociación, evaluación de riesgo, valoración, depósito y custodia que ha ayudado a consolidar las plataformas de negociación.”

Por su parte, la industria concluye señalando que hay desafíos sobre la estructura del mercado de capitales, el diseño institucional, la intermediación de valores, los proveedores de infraestructura, el mercado de derivados, y la internacionalización del mercado.  Y propone cerca de cuarenta recomendaciones para superar esos desafíos.  Sin embargo, en ninguna de ellas se hace referencia a la forma como el blockchain, la inteligencia artificial, la computación en la nube, o el big data pueden hacer más eficiente los mercados financieros.  Y creo que hablar del futuro de los mercados de capitales sin mencionar el impacto que estos temas tienen en la infraestructura del mercado de capitales (no solo en el futuro sino en el presente), es sencillamente imposible.

La industria del mercado de capitales enfrenta básicamente un desafío de creación de valor, con una estructura de costos altamente fragmentada, en algunos casos insostenible, lo que la hace muy propensa a futuras disrupciones.  Y esa disrupción, fundada en la eficiencia, se va a dar por la concurrencia de tres fuerzas:

  • Disrupción en la creación de valor para el cliente: la formación de precios está migrando de la red de contactos de los intermediarios a las plataformas, donde el equilibrio entre el buy-side y el sell-side se está reorganizando. Y aquí la disrupción proveniente de las plataformas construidas sobre blockchain va a ser la más grande transformación en toda la industria financiera en los últimos cinco siglos.
  • Disrupción en la creación de una ventaja competitiva: la más clara ventaja competitiva y sostenible estará dada por los desarrollos en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático (machine learning), que serán verdaderos impulsores de transformación digital con unos niveles de alcance que van a transformar radicalmente la industria.
  • Disrupción en la creación de un nuevo ecosistema: las cadenas de valor digital, formadas alrededor de los datos de las operaciones van a cambiar la forma como se gestionan los clientes, se realiza la asesoría y se prestan los servicios financieros.

Como lo señalamos, el objetivo de la MMK2 es crear una hoja de ruta de mediano y largo plazo para el mercado de capitales que, agrego, nos permita convertirnos en un centro financiero regional en 2026.  Y no hay reto más difícil de abordar, como la construcción de una agenda sobre el futuro, en medio de la profunda transformación que está sufriendo la industria a nivel global.  La primera Misión del Mercado de Capitales (en 1996) construyó una hoja de ruta que fue fundamental para los siguientes diez años.  Y si la MMK2 no aborda estos temas, no va a ser relevante en el futuro y tendrá una vigencia mucho menor.

La evolución de la tecnología en la industria de mercado de capitales va a traer grandes oportunidades a quienes más rápido aborden los desarrollos en estos temas.  Las contrapartes van a cambiar, la consolidación se dará en torno a los actores que tengan el talento más preparado para abordar los desafíos digitales, el mayor número de patentes y la mejor capacidad de ejecución.  Y esto va a obligar a reformular los roles de intermediarios e infraestructuras y a cambiar sus modelos de negocio.  Y si no existe un marco regulatorio previsto y previsible, esa transición puede generar más de una crisis financiera mientras logra su consolidación.  Y en ese escenario, el rol de las autoridades será fundamental orientando y creando confianza en pro de la competencia del mercado.

Cualquier ejercicio de planeación que realicen las entidades hoy en día involucra necesariamente la evaluación de la forma como la blockchain, la inteligencia artificial, la computación en la nube, o el big data están evolucionando en los mercados de capitales, la evaluación de cómo se puede prosperar en ese nuevo entorno y los cambios que suponen para los modelos de negocio actuales.  Por lo mismo, si la planeación la hacemos como industria, estos temas también deben ser abordados, y no solo tangencialmente, sino estructuralmente.  Es que allí está el futuro de los mercados de capitales.

Por supuesto que, en un mercado con tan variados participantes, las respuestas a los desafíos tecnológicos diferirán para cada negocio y para cada sector y subsector.  Sin embargo, hay unos puntos comunes para los mercados de capitales: la estandarización, los repositorios de información, la interoperabilidad, y el open data.  Unas consideraciones de las MMK2 sobre estos temas pueden guiar a todos los actores sobre bases sólidas para determinar dónde encaja la innovación tecnológica en el modelo de negocios, cómo transformar sus productos, cómo administrar mejor el riesgo y el cumplimiento, qué estrategias desarrollar, entre otros temas.  En últimas, se trata de desarrollar un marco estructural que permita guiar y desarrollar la industria de mercados de capitales hacia el futuro.

Por ejemplo, para el sector de infraestructuras del mercado de valores, el nombre de la innovación se llama blockchain.  La naturaleza disruptiva de esa tecnología creará más eficiencias y al mismo tiempo reducirá el riesgo y los costos para la industria financiera, como nunca antes una sola tecnología ha cambiado toda una industria.  Hace unos meses, DTCC presentó los resultados de un piloto que hicieron y pudieron comprobar que una blockchain es capaz de respaldar los volúmenes de negociación diarios promedio del mercado de valores de EE. UU., esto es, más de 100 millones de transacciones por día.  Y con unos ahorros significativos en costos y en seguridad que han llevado a DTCC a repensar toda su infraestructura tecnológica.

Y los avances, casos de uso, pilotos y pruebas abundan a lo largo de las infraestructuras.  La Bolsa de Santiago comenzó a aplicar tecnología Blockchain en su sistema de ventas cortas, transformándose así en la primera plaza bursátil de América Latina en utilizar esta tecnología en sus operaciones.  Nasdaq lanzó Linq, como una solución de blockchain para la emisión, el seguimiento de la propiedad y la negociación de activos de capital privado. La Bolsa de Valores de Australia está trabajando para evaluar la posibilidad de utilizar la tecnología blockchain para reemplazar su sistema actual de compensación y liquidación.  En Contrato Marco estamos utilizando una blockchain para administrar las garantías de las operaciones de derivados OTC, en un consorcio en el que participan infraestructuras del mercado y entidades financieras.  Y esto es solo el comienzo de un futuro con una clara promesa de valor: desarrollar una infraestructura más eficiente para los mercados de capitales.

Y mientras la innovación no se detiene, es importante organizar su desarrollo futuro para revisar cuáles son los procesos que van a tener un mayor impacto con la convergencia hacia blockchain, cómo impacta esto los sistemas de cumplimiento y administración de riesgos no solo a nivel de las entidades sino también a nivel sistémico, y qué debería decir la regulación al respecto.

Blockchain tiene el potencial de mejorar la calidad de la información, la trazabilidad y su auditoría.  Para las entidades, es una oportunidad para mejorar sensiblemente el cumplimiento regulatorio, lograr mayores niveles de eficiencia operativa eliminando las reconciliaciones en ambas lados, y tener acceso a más y mejor información de las operaciones y del mercado; lo cual unido a desarrollos de analítica de datos son una fuente nueva para modelos de negocio disruptivos.  Y para las autoridades, es acceso directo a los datos para un monitoreo regular, continuo y en tiempo real.

El World Economic Forum ha formulado los temas sobre los cuales las autoridades deberían enfocar sus esfuerzos de intervención:

  • ¿Cómo y quién definirá los estándares?, ¿cómo se modificarán y adoptarán los nuevos estándares para seguir la evolución de las soluciones?
  • ¿Cómo se estructurarán los modelos de gobierno? ¿Cómo cambiarán las expectativas en torno a estas funciones en un entorno donde el consenso del grupo es clave para el éxito?
  • ¿Cómo se aborda el desafío que implican los contratos inteligentes sobre activos digitales que se autoejecutan, incluso por encima de la regulación local?
  • ¿Qué regulaciones se aplicarán a los activos que se negocian tanto dentro como fuera de la blockchain?
  • ¿Cómo se definen las reglas para equilibrar la privacidad y la transparencia de tal manera que resulte aceptable para las autoridades?
  • ¿Cómo hacer compatible la inmutabilidad del blockchain con la evolución de la regulación?
  • ¿Cómo hacer compatible la inmutabilidad del blockchain con las fallas de los smart oracles (que aportan una prueba criptográfica de la fuente de datos externos a la blockchain) y su correspondiente responsabilidad?
  • ¿Es necesario construir una nueva taxonomía de productos, infraestructuras e intermediarios del mercado? ¿debería la supervisión abordar directamente a esas entidades o mantener una supervisión delegada a través de las entidades actualmente supervisadas por las autoridades financieras?

Estos son temas sobre los cuales la industria debe buscar guías, o por lo menos un reconocimiento de que son los temas sobre los cuales mientras evoluciona el mercado deben ser resueltos en los sandboxes, pilotos, pruebas de concepto, etc.

 

Creo que existe la suficiente consciencia sobre el potencial que tiene blockchain para transformar la forma en que pensamos sobre los activos financieros y la forma en que operará la industria financiera en el futuro.  Tal vez algunos creemos que ese cambio será radical (de cero a uno en palabras de Peter Thiel); mientras que habrá quienes piensen que el cambio será simplemente evolutivo.  Algunos creemos que ese cambio tomará poco tiempo; mientras que habrá quienes piensen que el cambio será gradual y prolongado.  Algunos creemos que el beneficio para el ecosistema es tangible y que va a transformar la experiencia de los clientes; mientras que habrá quienes piensen que los beneficios aún son inciertos e incluso un mito.  Pero en lo que todos estamos de acuerdo, es que el riesgo de pasar por encima y simplemente ignorarlo es demasiado grande.

  • 7 febrero, 2019
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3 razones por las cuales el decreto de inversión en las fintech no es suficiente (y 3 alternativas en las que sí)

Tiempo estimado de lectura: 23 minutos

A finales del año pasado el Gobierno Nacional expidió el Decreto 2443 “relacionado con la inversión de los establecimientos de crédito, las sociedades de servicios financieros y las sociedades de capitalización, en el capital de sociedades de innovación y tecnología financiera” (el “Decreto”). El propósito del Decreto es promover la innovación y digitalización de los servicios financieros creando un ambiente regulatorio propicio para que las entidades financieras tradicionales transformen su oferta de servicios.

El Decreto ha generado mucha expectativa tanto en los potenciales inversionistas, como en las fintech como receptoras de la inversión. Y en las semanas que han seguido a su promulgación, han sido varios los escenarios donde se ha debatido si es suficiente o no para el ecosistema de las fintech. Empecemos entonces por destacar que es muy valioso que el Gobierno Nacional, y en particular la Unidad de Regulación Financiera (“URF”) y la Superintendencia Financiera (“SFC”), dediquen esfuerzos tendientes a regularizar (determinar con claridad lo que es admisible y lo que no), la actividad, la innovación y los modelos de negocio novedosos de las fintechs. No hay nada más valioso para el desarrollo de un clúster de innovación financiera, que las autoridades escuchen y prioricen las propuestas de las fintech. Es así que el trabajo de la URF y de la SFC merecen todo nuestro reconocimiento y agradecimiento.

Veamos las entidades destinatarias, el marco legal al que debe sujetarse el Decreto, luego elementos en el Decreto que dificultan su aplicación a muchos de los modelos de negocio que están esperando inversión de entidades vigiladas y los modelos en los que sí.

Las Entidades Cubiertas

El Decreto facilita la inversión de los establecimientos de crédito (bancos, corporaciones financieras, compañías de financiamiento y cooperativas financieras), las sociedades de servicios financieros (fiduciarias, almacenes generales de depósito, administradoras de fondos de pensiones y de cesantías y sociedades de intermediación cambiaria y de servicios financieros especiales) y las sociedades de capitalización (todas ellas, las “Entidades Cubiertas”) en las fintech, porque las normas vigentes establecían restricciones que habían dificultado esas inversiones de manera directa, y por lo mismo, debían estructurarse mediante operaciones más complejas, y no siempre tan transparentes a la luz de las autoridades.

Una duda que se ha levantado es si las comisionistas y las aseguradoras quedaron excluidas de la inversión en las fintech. Y afortunadamente no quedaron cobijadas por el decreto, pues esas entidades pueden bajo normas anteriores, realizar inversiones en fintech. La misma URF lo ha señalado de la siguiente manera:

  • Aseguradoras: De conformidad con el Decreto 255(2.31.3.1.15) las aseguradoras pueden realizar las inversiones que quieran con los recursos que no correspondan a las reservas técnicas.
  • Bolsas de valores y Comisionistas de bolsa: De conformidad con el Decreto 2016 de 1992(7) podrán realizar todas aquellas inversiones que guarden relación directa con su objeto social, incluyendo la inversión en el capital social de otras sociedades o entidades.
  • Administradoras de sistemas de pago de bajo valor: Conforme el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero (“EOSF”) (72), a las administradoras de sistemas de pago de bajo valor le serán aplicables las normas de las compañías de financiamiento, y por lo tanto se encuentran incluida en el ámbito de aplicación del Decreto.

Lo importante es que estas entidades que tienen régimen de libertad para realizar inversiones en las fintech, NO tienen las restricciones que SÍ tienen las Entidades Cubiertas. Veamos el marco de facultades.

El marco legal: las facultades del Gobierno

El Gobierno, que sólo tiene facultades para reglamentar la Ley o desarrollar los objetivos y criterios generales fijados por el Legislador, señaló como facultades las contenidas en el EOSF (110)(1), que dice “Los establecimientos de crédito, las sociedades de servicios financieros y las sociedades de capitalización sólo podrán participar en el capital de otras sociedades cuando para ello hayan sido autorizadas expresamente por normas de carácter general”.

Aquí hay que reconocer el decidido impulso de la URF para jugársela por el desarrollo del ecosistema al interpretar la facultad del EOSF para permitirle a las Entidades Cubiertas la inversión en las fintech. Y es que han sido muchas las voces que señalaron que el Gobierno no tenía facultades para autorizar la inversión de las Entidades Cubiertas en las fintech, en particular de los bancos, dada la prohibición histórica a que los bancos posean acciones de compañías del sector real (EOSF 10(h)).

Este punto es clave porque las razones por las cuales el Decreto no va a ser suficiente tienen que ver con la tradición histórica de prohibir la inversión de los bancos en el sector real, pues se ha visto como una mezcla explosiva. Para el Legislador, esa actividad es de alto riesgo, pues implica tomar recursos del público para invertirlos en empresas cuyo objeto social está fuera de la actividad financiera. Y dado que ese fue el origen de la crisis de 1982 (la crisis del Grupo Grancolombiano), donde los préstamos y la inversión de las entidades financieras en empresas del mismo grupo empresarial fueron la causa de la crisis. Por ello, era previsible que si el Gobierno abría esa posibilidad, lo hiciera limitando al máximo esta posibilidad.

Y eso fue exactamente lo que hicieron. Lo limitaron tanto, que prácticamente no va a poder servir para el desarrollo del ecosistema. Veamos:

1) Objeto social exclusivo y conexo al inversionista

Si bien la Ley no establecía restricciones a las facultades invocadas por el Gobierno para autorizar a las Entidades Cubiertas a invertir en las fintech, o Sociedades de Innovación y Tecnología Financiera como son denominadas en el Decreto, el Gobierno decidió poner dos restricciones:

  • Las fintech deberán tener un objeto social exclusivo.
  • Ese objeto social exclusivo debe ser conexo al objeto social de la Entidad Cubierta.

Esto naturalmente restringe la mayoría de proyectos de inversión por varias razones:

  1. La fintech, sobre todo en su etapa temprana, necesita tener un objeto social lo suficientemente flexible que le permita pivotar buscando un modelo de negocio que sea viable y escalable. Siendo ello así, al tener que tener un objeto social exclusivo y conexo al de su inversor, le impone una restricción de operación gigantesca.
  2. Cuando el objeto social es exclusivo, la fintech solo podrá hacer las actividades tendientes a desarrollar ese objeto social. Si bien bajo la teoría de los actos sociales conexos podrá desarrollar actividades adicionales (relacionadas con el objeto social), esas actividades no pueden ser su core funcional pues estarían sujetas al riesgo de ser de objeto ilícito, es decir, no autorizadas, con riesgo a ser nulas o inexistentes.
  3. Cuando el objeto social es necesariamente conexo al objeto social del inversionista, por un lado dificulta recibir inversión de diferentes tipos de Entidades Cubiertas; y por otro, parte del supuesto de que la fintech solo desarrolla un modelo de negocios para el servicio de la Entidad Cubierta.
  4. Esa combinación de restricciones, entonces, sólo facilita la inversión en fintech que tengan como modelo de negocio ofrecerle productos a las Entidades Cubiertas o que sea conexo a su objeto social. Nada más.  No podrían desarrollar productos para los clientes u otro segmento diferente a las Entidades Cubiertas pues violaría las disposiciones del Decreto.

Ahora, naturalmente hay formas de manejar esa restricción. Por ejemplo, la fintech podría crear una filial que sea la Sociedad de Innovación y Tecnología Financiera y reciba la inversión de la Entidad Cubierta. Pero esto tendría una dificultad adicional puesto que la propiedad intelectual sería la piedra de discordia. Si la Entidad Cubierta quiere participar en el capital de la fintech, es porque no la quiere como proveedor sino que busca o bien beneficiarse del futuro crecimiento (lo cual prácticamente también queda prohibido, como lo veremos a continuación), o bien de la tecnología desarrollada. Por eso, la segregación en un vehículo especial genera dudas sobre la propiedad intelectual, marcas, patentes, etc.; los cuales serán seguros dolores de cabeza al momento de evaluar una inversión de una Entidad Cubierta. La Entidad Cubierta querrá naturalmente tener la propiedad sobre esos activos, y esto para la fintech podrá ser un lío si maneja un objeto social más amplio. En fin, para verdades el tiempo.

La pregunta interesante es qué podría haber hecho el Gobierno con base en las facultades, en los precedentes y en las necesidades de todos los stakeholders. Porque si no hubiera puesto restricciones, algunos dirían que, por un lado excede las facultades dado que hay una norma (EOSF 10(h)) que establece una prohibición expresa; y por otro, que esa facultad podría ser usada por las Entidades Cubiertas de manera irrestricta para realizar cualquier tipo de inversión.

Quizás, podría mantener la denominación especial de las Sociedades de Innovación y Tecnología Financiera, transferir su supervisión (que hoy está por cláusula general de competencia en la Superintendencia de Sociedades) a la SFC, y permitir la inversión por parte de las Entidades Cubiertas sin restricciones en el objeto. Algunos dirán que esto genera el efecto “arbolito de navidad” y la tendencia a estarle “colgando” entidades a la SFC que no prestan actividades financieras; argumento que va a perder peso con el paso del tiempo, pues cada vez será más necesaria la vigilancia especial de los riesgos que tienen o crean los proveedores de tecnología de las entidades vigiladas (´protección al sistema), y cada vez será más necesaria la vigilancia de los modelos de negocio que ofrecen servicios financieros que no requieren licencia, pero que sí impactan al consumidor y a la disciplina del mercado (protección al mercado y al consumidor). Acogiendo la supervisión de las Sociedades de Innovación y Tecnología Financiera, el Gobierno mantiene el control sobre la inversión de las Entidades Cubiertas; con una ventaja adicional, y es que esa autorización debería cobijar a todas las entidades vigiladas para evitar arbitrajes regulatorios en el la inversión de las vigiladas.

Asignarle la supervisión de las sociedades de innovación y tecnología financiera a la SFC es cuestión de tiempo, así que allí no debería haber inconveniente. Sobre el contenido de la supervisión, no es necesario que haya un desarrollo particular (puede ser tan limitado como el que hace la Superintendencia de Sociedades), pero seguro se desarrollará con mayor claridad con el paso del tiempo. Y sobre las facultades, no se requiere de Ley, para ello están las facultades del Gobierno señaladas en la Ley 489, que por ejemplo fueron las que permitieron la integración de las Superintendencias Bancaria y de Valores.

Dentro de las modificaciones al proyecto publicado inicialmente para comentarios al público, está la eliminación de la autorización previa de la SFC, que habría generado un retraso en los tiempos de realización de la inversión. La solución no creo que sea reestablecerla, sino asignarle la supervisión a las fintech. Alguien dirá que esto es peor, y seguramente lo será para algun0s. Como todo, el diablo está en los detalles, y esa supervisión especializada de las fintech es, como lo dijimos, cuestión de tiempo.

2) Prohibición de constituir filiales locales o extranjeras

Esta restricción si no he logrado entenderla. Y en el documento técnico no se justifica su inclusión. Es posible que la razón esté en querer conservar el viejo esquema de matrices y filiales acogido por la Ley 45 de 1990, pero sinceramente no tiene mucho sentido en el mundo fintech de hoy en día.

Independientemente de las razones, en todo caso es una restricción que afecta fundamentalmente al inversionista, es decir, a la Entidad Cubierta. Cualquier fintech cuyo modelo de negocio sea atractivo y sea objeto de inversión de cualquier fondo regional o global, casi que con seguridad deberá constituir una matriz en el exterior. Esa entidad ubicada en el exterior tendrá todos los derechos sobre los activos core de la fintech (propiedad intelectual), por lo que si la Entidad Cubierta solo puede invertir en un vehículo que no tenga filiales, tendrá que aceptar realizar la inversión en un vehículo que no tiene el core del negocio (la sociedad de innovación y tecnología financiera) o no aceptar co-inversionistas. En cualquier escenario un dolor de cabeza innecesario.

Pero además, si no aceptara co-inversionistas, el tamaño del mercado colombiano es más o menos del 6% en Latam, por lo que con absoluta seguridad todas las fintech querrán escalar por lo menos regionalmente. Y si lo que queremos es destacarnos como un hub regional de innovación financiera, deberíamos es facilitar la constitución de matrices en Colombia, no prohibirla.

¿Qué podría hacer el Gobierno? simplemente eliminar esa restricción.

3) Prestación de servicios financieros

El Decreto incluyó la siguiente frase: “Las sociedades de innovación y tecnología financiera no podrán prestar servicios financieros”. Y generó pánico. Y creo que no debe generar ningún pánico. Lo más grave del Decreto son los dos puntos señalados anteriormente. Aquí simplemente se está haciendo una aclaración redundante que genera ruido solamente.

Veamos. La Constitución Política establece que las actividades financiera, bursátil, aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo, aprovechamiento e inversión de los recursos de captación del ahorro del público sólo puede ser ejercidas previa autorización del Estado, conforme a la ley (Constitución Política (325)). Así mismo, le otorga al Gobierno la facultad de supervisar (Constitución Política (189)(24)) y regular (Constitución Política (189)(25)) dichas actividades de conformidad con la Ley.

Luego es la Ley la que define cuáles actividades financieras deben ser ejercidas previa autorización. Y por lo mismo, ni antes ni después del Decreto las fintech pueden realizar actividades que requieren autorización previa de la Ley (que es como debió decirlo). Lo cual no significa que no puedan prestar servicios financieros que no requieran licencia previa.

Es más fácil con un ejemplo. La actividad de captar dinero del público, vía depósitos (deuda) o valores (deuda o capital), solo lo pueden realizar entidades autorizadas; pero la actividad de prestar dinero con recursos propios (siempre que no se incurra en una actividad no permitida que podría configurar un delito de captación masiva y habitual), lo puede hacer cualquiera. Y hay muchas actividades financieras o servicios que se entienden como financieros que no requieren autorización previa. En términos generales, la actividad es definida por Leyes o, cuando así lo ha permitido la Ley, por Decretos. En cualquiera de los casos, las fintech no pueden realizar actividades o prestar servicios financieros que requieran de esa autorización previa. Y por lo mismo, podrán seguir realizando todas aquellas actividades que NO requieren licencia previa.

Entonces ¿por qué la incluyo como una causal para señalar que el decreto de inversión en las fintech no es suficiente? Por la referencia al objeto social exclusivo. Veamos.

Cualquier fintech que hoy, por ejemplo, realice actividades que no resulten conexas a las de una potencial Entidad Cubierta, no las va a poder seguir realizando en el evento en que acepte la inversión de la Entidad Cubierta, o va a tener que escindir la fintech para asignar las actividades no conexas en una entidad, y las conexas en la otra para recibir la inversión, lo cual no va a ser tarea fácil.

Lo que se evidencia es que los servicios financieros que realice la fintech que NO requieran de licencia previa se terminan convirtiendo en un problema para la fintech que tiene la posibilidad de recibir inversión de una Entidad Cubierta si no son conexos al objeto social de esa Entidad Cubierta inversionista. Y para esta última, se convierten en una limitación a recibir el upside de un negocio de inversión que podría ser interesante. Dicho de otro modo, el Decreto deja por fuera, es decir, no facilita la inversión de una Entidad Cubierta en una fintech cuyo modelo de negocio sea prestar servicios financieros que no requieran licencia o autorización previa y que no sean conexos al objeto social de esa Entidad Cubierta inversionista.

¿Qué alternativa de salida hay? Ninguna porque no se requiere. Esa mención sobraba, por eso no se puede modificar. Es un tema de Ley que por lo demás las fintech lo tienen claro y lo que suelen hacer es pararse en las zonas grises. Todas lo hacemos. En todas las partes del mundo. Y esto es así porque la Ley se hace sobre la base de un modelo de negocio conocido, pero las fintech no siguen ese patrón, sino que innovan y cambian el modelo de negocio tradicional, lo disrumpen desde las zonas grises.

Alternativas: Company Building + Acquihiring + takeover

El Decreto no es la solución que las fintech estaban esperando. El Decreto se puede modificar recogiendo sugerencias para hacer más viable su alcance, sobre todo si queremos ser un hub de innovación financiera con impacto regional, o si queremos que la economía naranja sea la locomotora que atraiga talento y empresas para crear empleos y generar nuevos ingresos para el fisco.

Desde luego, hay alternativas para manejar la inversión de una Entidad Cubierta en las fintech con las limitaciones del Decreto. Y también habrá modelos de negocio en los diferentes verticales de fintech que mejor se acomodan a los objetos sociales de las Entidades Cubiertas, por lo que el impacto del decreto será más o menos favorable. Mientras tanto, el Decreto sirve en tres situaciones particulares:

  • Company building:  Una de las estrategias de crecimiento orgánico de las entidades financieras es el desarrollo de filiales o de compañías “in-house”. Bajo esta estrategia, las fintech se convierten en una filial de la Entidad Cubierta, y bajo ese modelo de colaboración desarrollan productos o servicios de manera conjunta. En ese caso, las restricciones aquí señaladas no importan mucho por que el interés es desarrollar una filial, no invertir en una fintech que va a seguir creciendo independiente de sus inversionistas.
  • Acquihiring:  Una de las formas en las que Google y Facebook suelen hacer para atraer talento es mediante las adquisiciones de startups en edad temprana para reclutar a su talento, sin necesariamente un interés en sus productos y servicios actuales, o en que continúe con su operación. Es así que las Entidades Cubiertas podrían implementar una metodología similar, evento para el cual las restricciones señaladas en este post no importan. En Latam se ven pocas adquisiciones de este tipo, pero es una estrategia interesante que el Decreto hoy en día facilita.
  • Takeover: Otra alternativa para la que el Decreto funciona sin inconvenientes sustanciales es para la adquisición de la fintech por la Entidad Cubierta. En este caso, los founders van a desarrollar un modelo de negocio con una inversión inicial de la Entidad Cubierta y la van a vender (en su mayoría o totalmente) a la Entidad Cubierta en el futuro.

Siempre es más fácil criticar que proponer. Por eso debo reiterar que la decisión del Gobierno merece el reconocimiento de todos. Es muy fácil dejarse vencer por los miedos fundados en el pasado y mantener las restricciones vigentes, y es poco lo que gana un funcionario cuando asume el riesgo de cambiar los paradigmas. Por eso debemos aplaudir las buenas intenciones de los funcionarios que escribieron el Decreto, se sentaron a pensar y discutieron las múltiples objeciones que les presentaron todos los grupos de interés.

Y es por esto que para la industria fintech, ese decreto merece un reconocimiento especial. Los que estamos en ese lado sabemos que uno quisiera ver mayor velocidad en la toma de decisiones (de todos), mayor apertura, etc. Por eso es que innovar es difícil. Porque implica luchar contra el status quo y contra el reloj. Y esa lucha es muy difícil. Y a la vez, sabemos que una vez inicias el recorrido, no hay forma de abandonarlo. Solo hay una alternativa: avanzar.

  • 31 enero, 2019
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Misión del Mercado de Capitales: ¿Y que tal si escribimos el futuro?

Recuerdo cuando estando en la Universidad mi profesor de matemáticas financieras (una electiva que tomé en tercer año de Derecho), me dijo que el Gobierno, Fedesarrollo y el Banco Mundial estaban trabajando en la Misión del Mercado de Capitales (“MMK”) con el fin de identificar los obstáculos para el desarrollo del mercado de capitales colombiano.  Desde ese instante, conseguir ese documento de pasta negra se volvió en mi obsesión; y cuando lo logré, devoré sus 191 páginas al punto que mi vida profesional siempre ha estado ligada a los mercados de capitales.  Y es que la MMK se convirtió en la agenda para una cantidad bastante extensa de modificaciones regulatorias y de nuevos productos que desarrolló la industria en los siguientes años.

Pues hace unos meses el Gobierno decidió que era el momento de una nueva Misión del Mercado de Capitales II (“MMK2”), la cual se conformó con rapidez e inició trabajos hace ya varias semanas.  Es así que el pasado 15 de noviembre asistí a su primer taller por una amable invitación de la Cámara de Comercio de Bogotá, en particular de Julian Robledo, Director del Clúster de Servicios Financieros, a quien he desesperado de todas las formas posibles diciéndole que ésta es una oportunidad única para consolidar la agenda del Clúster y conducir las conversaciones con un enfoque en la innovación financiera.

Mi tesis es sencilla: si la MMK2 no se estructura sobre la forma como la tecnología y la innovación van a redefinir los mercados de capitales y la forma como van a cambiar la oferta y la demanda en los mismos, habremos perdido una gran oportunidad.  Una oportunidad de convertir a Colombia en un verdadero hub financiero para las fintech que están construyendo los mercados financieros del futuro.

¿Por qué esto es importante? Porque el mundo está cambiando, y en este momento en Latinoamérica podemos aprovechar el cambio y convertirnos en una potencia saltándonos el camino recorrido por el primer mundo, y llegar directamente a la revolución digital.  La oportunidad que tenemos enfrente es la posibilidad de posicionar a Colombia como un verdadero centro de desarrollo de los mercados de capitales del futuro, no del pasado.  El objetivo es sencillo: atraer a las empresas y al talento del futuro que generen los empleos y los impuestos que nos permitan multiplicar por diez nuestro producto interno bruto.

Y es que atraer a las empresas y al talento de los mercados de capitales tradicionales no lo vamos a hacer.  Es difícil decirlo, pero eso no va a pasar, por miles de razones.  Podemos atraer inversión bajando impuestos, generando exenciones a las empresas tradicionales más grandes del mundo con la esperanza de que abran nuevos puestos de trabajo o miren nuestras emisiones como destino para sus fondos, y así desarrollemos nuestro ecosistema local.  Pero, realmente allí no vamos a tener una verdadera revolución.  O por lo menos no una revolución si enfocamos nuestro esfuerzo en hacer lo mismo que siempre hemos hecho.

La única forma de saltar hacia el futuro es construyendo ese futuro.  Colombia puede ser el hub más grande de la región para los mercados de capitales del futuro si nos convencemos de eso, y si le damos paso a la industria del mercado de capitales del futuro.  Si la MMK2 no aborda los temas de blockchain, analytics, big data, cloud computing, inteligencia artificial no estamos construyendo un futuro diferente.  Si la MMK2 no identifica las bases que se requieren para atraer las fintech del mercado de capitales y que desarrollen esos modelos de negocios en Colombia, no estamos construyendo un futuro diferente.  Si la MMK2 no identifica el talento necesario para los mercados de capitales de los próximos 10 y 20 años, lo que debe enseñarse en los colegios, en las universidades, en los cursos virtuales, no estamos construyendo un futuro diferente.

Y no me refiero a que se incluya un “capítulo” de “nuevos productos” o algo por el estilo.  Me refiero al hecho de que su estructura base sea la forma como la innovación va a redefinir la forma como se crean mejores experiencias de consumo en los clientes, la forma como cambiamos la experiencia de los emisores, la forma como construimos unas nuevas infraestructuras que reduzcan los costos de transacción y creen experiencias diferentes para los agentes del mercado, no solo local sino globalmente.  La forma como el regulador y el supervisor deben enfrentar de manera asertiva los nuevos riesgos y permiten la construcción de un futuro diferente que nos permita consolidar un hub global de innovación financiera.  Un hub que atraiga a las empresas y talentos del futuro que hoy buscan precisamente ese espacio para construir un futuro diferente.

En el primer taller de la MMK2 vi a muchos amigos y colegas.  Todos ellos han construido el mercado de capitales que tenemos hoy.  Fue emocionante compartir con ellos recordando aquel librito de pasta negra de 1996.  Ahora el desafío es mayor, porque hay que redefinir el objetivo y la agenda hay que escribirla.  Ya no es solo seguirla.  Pero no es difícil.  Cada uno de ellos es consumidor digital y sabe hacia dónde va el futuro.  Solo necesita el espacio para expresarlo, para escribir la cartilla del futuro.  Tal vez el pasto, unos tenis, menos corbatas (a propósito, creo que era el único que no tenía ni saco ni corbata en el primer taller); serían muy útiles para el efecto.

Y si se trata de dar el primer impulso, creo que la agenda debería centrarse en primer lugar en las bases.  Y las bases deberían ser la estandarización, los repositorios de información, la interoperabilidad y el open data.  Todos los mercados de capitales necesitan de esas bases funcionando de manera eficiente para reducir costos de transacción y favorecer la competencia y la innovación.  Tenemos que tomar la decisión conjunta de avanzar hacia la consolidación de esas bases.  Cuando la abundante información de los mercados de capitales fluya de manera estructurada (estandarización), la misma pueda ser capturada de manera organizada y segura (repositorios de información), a través de sistemas que permitan su conexión (interoperabilidad) y que permitan que fluya de manera libre (open data); entonces, la innovación vendrá.  Y esa innovación son las empresas y el talento que nos permitirá multiplicar nuestro producto interno por 10.

Sé que la invitación es una locura.  Porque no hay nada más fácil que mantener el status quo.  Lo verdaderamente revolucionario sería apostarle a construir un futuro diferente.  Y eso es mucho más difícil de lo que todos creemos.  Es realmente difícil.  Es muy, muy, muy difícil.  Porque el futuro siempre es incertidumbre… a menos que lo creemos nosotros mismos.

 

#HagamosloSimple ¿Quieres seguir conversando sobre este tema? Comenta a continuación o escríbeme a juan@contratomarco.co

  • 6 diciembre, 2018
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¿Cómo podría una blockchain resolver los problemas de clearing de derivados otc?

Históricamente las cámaras de compensación surgieron como un mecanismo de mitigación del riesgo de incumplimiento de las partes.  Hacia finales del siglo XIX los comerciantes solían negociar sus mercancías antes del despacho en los puertos o de las cosechas.  Sin embargo, en la fecha de pago, podía suceder que el vendedor no se presentara con las mercancías o el comprador con el dinero, dejando a su contraparte con la incertidumbre del precio o disponibilidad de las mercancías en la fecha de cumplimiento.

Por lo mismo, se crearon unas entidades que se encargaban de asumir el riesgo de cumplimiento de las partes, de tal manera que el vendedor de las mercancías y el comprador de las mismas solo tenían que entenderse con esas entidades de contrapartida central (en adelante las “CCP”).  Y así, estas instituciones fueron claves en el desarrollo de los mercados de derivados.

Hoy en día, las CCP han evolucionado bastante en la forma de determinar y medir los riesgos, y han creado diferentes anillos de seguridad o cascadas de garantías para evitar el colapso de ellas.  De hecho, la más grande preocupación sistémica, que desvela a todos los bancos centrales en el mundo, es la salud financiera de las CCP.  Estas CCP manejan volúmenes de operación realmente impensables para cualquier ciudadano del común.  Solo la CME Group, que posee el 98% de los derivados de tasas de Latinoamérica, procesa 3 mil millones de contratos por un valor aproximado de us$1 cuatrillón (sí, cuatrillón) al año (en promedio).  Imagínense lo que puede suceder si alguna de ellas llega a fallar.  Impensable.

Con las medidas pos-crisis financiera (2007/2008), las CCP han encontrado un volumen de operación mayor al tener que compensar y liquidar un volumen muy grande de derivados que se compensaban y liquidaban bilateralmente, es decir, sin la presencia de una CCP.  Esto ha cambiado en gran parte la estructura del mercado de derivados, dado que además, los reguladores han desestimulado la compensación y liquidación de operaciones de derivados realizada de manera bilateral.

 

Clasificación de los derivados:
Según el lugar donde se negocien y la forma como se compensen y liquiden, los derivados se pueden clasificar en tres grupos:

(1) derivados estandarizados: aquellos que se negocian, compensan y liquidan en sistemas de negociación (trade venues)

(2) derivados compensados en cámara (cleared derivatives): aquellos que se negocian OTC, pero se compensan y liquidan en una CCP.

(3) derivados OTC: aquellos que se negocian, compensan y liquidan bilateralmente.

 

La mitigación de riesgos en los derivados OTC

A pesar de la regulación Dodd-Frank y EMIR, hoy en día hay un volumen importante de operaciones de derivados que se compensa y liquida de manera bilateral.  Ahora, el mecanismo más usado para la mitigación de riesgos en esas operaciones es un anexo de respaldo crediticio (aquí) o credit support annex (el famoso CSA).

En dichos instrumentos se acuerda que una de las partes (unilateral), o las dos (bilateral), ponga a disposición de su contraparte una suma (dinero o valores), cuando se cumplan determinadas condiciones (un “llamado al margen”), que garantice el potencial riesgo de pérdida en caso en que no se cumpla la operación en el plazo acordado.  La regulación pos-crisis financiera ha introducido dos modificaciones que han cambiado el funcionamiento de los CSA: (1) desestimula el uso de valores con un haircut bastante alto (8%), por lo que hoy en día el 70% de los llamados al margen se cumplen con dinero en efectivo; (2) exige que haya un llamado al margen diario según la variación del subyacente (Variation Margin).  Esto es una fortuna en términos de dinero que se está moviendo día a día, por ejemplo ISDA calcula que el VM para el primer trimestre de 2017 (solo para CDS y IRS) fue de cerca de us$261 billones.

Esto naturalmente significó un cambio estructural en los mercados porque exige unos niveles de liquidez gigantescos; lo cual, por lo demás, seguramente se han trasladado a los precios de las coberturas.  Y también ha generado una complejidad operativa diaria al realizar coberturas con derivados.  Sin embargo, ha ayudado a reducir el riesgo sistémico de las operaciones de derivados que no se estaban compensando en una CCP.

Es por esto que los CSA son instrumentos cada vez más comunes en las operaciones de derivados, sobre todo entre contrapartes que son muy dinámicas en el mercado y entre quienes tienen exposiciones muy grandes con sus contrapartes.  Todo lo cual, además, tiene efectos en el costo de capital de la posición propia, la cual se ve beneficiada de la existencia de instrumentos que mitiguen la exposición crediticia del banco hacia sus contrapartes.

Esta dinámica, a la cual ya se encuentran acostumbradas las economías desarrolladas, empieza a ser objeto de curva de aprendizaje por parte de las economías latinoamericanas quienes empiezan a cumplir con los mandatos del G20, el Financial Stability Board (“FSB”), Basilea e Iosco.  En efecto, en el más reciente informe sobre los Principios sobre Infraestructura de Mercados (“PFMI”) del Committee on Payments and Markets Infrastructures (“CPMI”) del Bank for International Settlements (“BIS”) y la International Organization of Securities Commissions (“IOSCO”), en el que se refleja el progreso en las 28 jurisdicciones participantes en la implementación de los PFMI, se evidencia la forma como Argentina, Brasil, Chile y México están cumpliendo con los mismos.

En otros países como Colombia y Perú, el desarrollo de los anexos de respaldo crediticio ha sido una constante propia del mercado, puesto que los agentes locales cubren sus posiciones con bancos internacionales que les exigen CSA, lo que genera que ese costo de fondeo en que incurren los bancos locales lo trasladan a sus clientes, con lo cual pierden competitividad ante los bancos internacionales.  Por ello, los bancos locales han empezado a exigirlo para sus operaciones también con locales.  E incluso, la misma exposición crediticia es per sé un motivo natural de mercado para exigir mitigantes a sus contrapartes, cuando no los cupos llegando a niveles más altos de lo esperado.

 

El problema de la compensación bilateral o unilateral

Dijimos que la compensación y liquidación de derivados OTC se hacia de manera bilateral o unilateral.  Cuando el CSA es unilateral, significa que una sola de las partes está colocando margen a favor de la otra (generalmente a favor del Banco).  Este modelo es muy simple para el banco porque no le exige liquidez y la operatividad es sencilla, ya que solo debe hacer llamados al margen a su contraparte cuando la exposición es positiva (a favor del Banco), sin embargo, como lo mencionamos, ese margen asimétrico seguramente se ve reflejado en precio, por lo que no resulta en una solución competitiva.

En el modelo bilateral, cuando ambas partes están intercambiando colateral, las exigencias de liquidez son mayores (sobre todo el llamado al margen es diario), la operación es más compleja para ambas partes por cuanto no solo se deben verificar los llamados al margen, sino que también se deben cumplir en unos plazos de tiempo muy cortos, lo cual lleva a que el buy-side deba formar o subcontratar un equipo especializado.

El tercer modelo es el centralizado a través de una CCP.  Bajo este modelo, los riesgos son menores en la medida en que se encuentran centralizados en la CCP, pero los costos operativos y de fondeo para los miembros liquidadores y sus contrapartes se mantiene alto.  Una ventaja adicional del modelo centralizado es que el banco se beneficia del neteo multilateral (le exige menos liquidez), por lo que puede trasladar ese precio a sus clientes (o aumentar la rentabilidad de sus productos).

¿Cómo podríamos diseñar un cuarto modelo que tuviera las ventajas de cada uno de los tres modelos anteriores, sin las desventajas de ellos?

 

La oportunidad para una blockchain

Los sistemas centralizados de compensación, como las CCP, desempeñan un papel fundamental en la gestión del riesgo de colateral y de contraparte, en el aumento de la estandarización y la transparencia de los mercados financieros, y en la disminución del perfil de riesgo para los bancos.

Un sistema centralizado básicamente debe cumplir con tres funciones: reducen el riesgo de crédito, garantizan que se pueda gestionar el incumplimiento de una o más contrapartes y permiten que las operaciones de mercado continúen con interrupciones mínimas.  De hecho, los estándares de funcionamiento están ampliamente documentados por Basilea, Iosco, el FSB e ISDA.

Hace unos meses Corda, através de R3, sacó un paper (aquí) en el que plantea la posibilidad de que algunas de las funciones de las CCP sean asumidas por una plataforma de registro distribuido (Distributed Ledger Technology Platforms “DLT” o blockchain).

En el paper se menciona que hay diferentes opiniones sobre el potencial de una DLT en la compensación de derivados.  Por un lado, algunos creen que las soluciones DLT puedan ayudar a descentralizar ese riesgo y brindar nuevos servicios al mercado; por otro, hay quienes argumentan que un enfoque centralizado es intrínsecamente ventajoso para ambos partes de la operación, por lo que las CCP brindan servicios valiosos al mercado que no cambiarán hacia una DLT.  Sin embargo, la pregunta es si esa sería una solución valiosa para la compensación y liquidación de los derivados que NO se están llevando a una CCP, o que por alguna razón NO se llevarán.

Si volvemos al mejor de los mundos en el que tomamos los beneficios de los tres modelos de mitigación de riesgos de los derivados OTC, y eliminamos los costos, allí quizás habría una oportunidad generosa para una DLT.

Dentro de los beneficios podemos mencionar los siguientes:

  • Para el mercado y para el regulador habría enormes ventajas de acoger una DLT para la compensación de los derivados OTC, los flujos de información y transparencia ayudarían a las autoridades a ejercer una supervisión efectiva sobre un mercado que negocia varias veces el PIB en cada uno de los países de Latinoamérica, lo cual ayuda, además, a establecer una regulación de capital basada en información real.
  • Profundizar la estandarización. El mercado de derivados tiene una alta estandarización (casi que excepcionalmente) sobre todo en la documentación de las operaciones.  Sin embargo, falta mucho a nivel de procedimientos, donde habría una enorme ventaja para las entidades participantes del esquema, menores costos de operación y mejores niveles de eficiencia, por ejemplo, al poder interactuar con otra DLT.
  • Los beneficios del neteo multilateral podrían beneficiar a las otras partes del mercado vía menores precios, lo cual permitiría profundizar el mercado vinculando a un mayor número de participantes del ecosistema, generando menores riesgos de exposición sistémica.
  • La necesaria coordinación para las labores “off-DLT”, como la liquidación judicial, el mantenimiento de los fondos de garantía y las garantías reglamentarias; podrían ser desarrolladas por una entidad centralizada sin que tenga que tener los altos costos de operación de una CCP, y sobre todo, sin los riesgos inherentes a ella.

El objetivo es usar estructura novedosa y segura para administrar el riesgo de contraparte de las operaciones de derivados, y aprovechando ese efecto de red, reducir costos, simplificar las labores administrativas y mejorar los niveles de información del mercado.

Naturalmente, hay muchos temas para seguir abordándolos, como el gobierno del sistema, el grado de confidencialidad de la información que se maneja, la forma como se debería integrar con los procesos de reportería.  Es, por supuesto, un reto interesante para mejorar la transparencia y reducir la incertidumbre y el riesgo.

Veo una oportunidad.

  • 2 agosto, 2018
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El camino por seguir: de los datos a la creación de valor

Las aplicaciones de inteligencia artificial (IA), analítica de datos y computación en la nube pueden reducir sensiblemente los costos de extraer información de los contratos de derivados, mitigando riesgos de manera más eficiente y precisa, incrementando ingresos al mejorar la personalización, creando una mejor experiencia para clientes y usuarios, e incluso ayudando con cumplimiento regulatorio

“Todo va a ser mejor cuando esté digitalizado. Los costos y riesgos serán menores y más fáciles de administrar”. Esta es la promesa de la transformación digital. ¿Qué significa esto realmente? ¿Y qué significa para el mercado de derivados? Porque hoy en día los bancos sienten que gran parte de sus procesos y productos son digitales, por lo que ven poco valor o prioridad en “incrementar” la transformación digital.

Veamos entonces el alcance de las tecnologías subyacentes para avanzar hacia la transformación digital, el valor que éstas proporcionan, y cómo encajan en las actividades de los mercados de derivados en los bancos y demás entidades financieras.

Nuestro objetivo es proporcionar las definiciones y bases para la elaboración de una estrategia de digitalización que genere valor a las entidades, y que esté en armonía con un proceso de digitalización en todo el ciclo de vida de la operación.

 

El manejo de los datos

Los bancos están iniciando el camino hacia la transformación digital. Y para ello, están acumulando una cantidad enorme de datos (estructurados y no estructurados) con la finalidad de generar valor a través del análisis de esa información. En ese camino, las siguientes son las cuatro etapas en las cuales las entidades manejan los datos que acumulan:

Captura: Los datos clave que se generan de las interacciones de personas o de la entidad con los mercados se transforman en datos dentro de los sistemas del banco. Se pueden generar pérdidas de valor de la información si la captura de los datos se hace manual, o si la información no se sistematiza.

Procesamiento: Las entidades administran todos esos datos, agregan nuevos, crean nuevos datos secundarios al procesar e interpretar los primeros, y los distribuyen a diferentes niveles dentro de la entidad. Cuando los datos no se sistematizan para integrarlos a toda la entidad, o cuando existen brechas funcionales, hay pérdida de valor.

Evaluación: La mayoría de las decisiones se toman con base en el procesamiento de la información capturada. Por ejemplo, gran parte de las decisiones sobre administración de riesgos en un banco se basan en los cálculos de scoring y de valoración de riesgos. La pérdida de valor se genera cuando las decisiones no se apoyan en la información generada por los sistemas, pues esta debería servir de criterio para fundamentar una decisión. De hecho, es cada vez más frecuente la toma de decisiones autónomas basadas en algoritmos de negociación o de riesgos.

Conservación: En los mercados de capitales, la información que soporta la toma de decisiones debe conservarse y muchas veces gestionarse para informar a autoridades y sistemas de control interno. La pérdida de valor se genera cuando los silos o la falta de documentación impiden hacer una evaluación de los criterios con base en los cuales se tomaron determinadas decisiones.

Estas cuatro etapas están naturalmente interrelacionadas a lo largo de diferentes sistemas y funciones; y se retroalimentan en la medida en que los volúmenes de interacción aumenten.

 

La transformación digital

Con un panorama de múltiples fuentes de información y datos, las herramientas digitales como la computación en la nube, la inteligencia artificial y la analítica de datos nos sirven precisamente para superar las brechas en la administración de los datos, sobre todo de los no estructurados.

La computación en la nube

Desde un punto de vista operativo los mercados de capitales hoy en día ven en las soluciones de software en la nube (tipo software as a service) una alternativa eficiente para acceder a servicios que de otra manera tendrían que hacerlo incurriendo no solo en gastos de servidores, sino de arquitectura de soluciones. Por ello, ha habido una gran aceptación en ese tipo de soluciones, pues ofrecen una gran flexibilidad para las entidades.

Esa flexibilidad se evidencia en una reducción de costos, y en una oferta de servicios que soporta niveles de escalabilidad que le permiten innovar rápidamente y a bajos costos de implementación.

Lo importante es que la información esté segura, y en un ambiente de privacidad que les permita a las entidades estar a salvo de amenazas a la integridad o existencia de los datos. Y afortunadamente, el nivel de seguridad y de herramientas disponibles para los bancos a través de los servidores en la nube (públicos, privados o mixtos), sobrepasa los niveles de seguridad que típicamente podría establecer un banco en la región. Son billones de dólares los que se han dedicado a fortalecer la seguridad de los servidores en la nube.

En relación con la aplicación de la computación en la nube para la extracción de información no estructurada de los contratos de derivados, tal vez la mayor ventaja está en que eso permite que los datos sean accesibles para todos aquellos con razones legítimas de acceso.

La inteligencia artificial:

En los mercados de derivados las entidades tienen que tomar decisiones fundamentales sobre las operaciones y la gestión de los riesgos de ellas; además de toda una serie de decisiones sobre temas conexos como contabilidad, recursos humanos, asuntos legales, reportes, etc. Por ello, gran parte de esas decisiones ha sido encargada a algoritmos que no tienen sesgos cognitivos y son buenos procesando conjuntos de datos muy grandes.

Esas decisiones se basan en herramientas de análisis que permiten la identificación de patrones o relaciones entre variables. Estos patrones en última instancia proporcionan capacidades predictivas o al menos explicativas que ayudan a tomar decisiones de manera más efectiva.

Lo que se conoce como inteligencia artificial (“IA”) es precisamente el desarrollo de aplicaciones que imitan y modelan sistemas sobre el funcionamiento del cerebro humano. Y el machine learning, que es una rama de la IA, aplica técnicas estadísticas con el objetivo de permitir que los programas aprendan tanto sus propios trabajos como también autocorregirse para condiciones cambiantes.

Aplicado a la captura de datos de los contratos de derivados, la inteligencia artificial hace el trabajo humano de identificar unos datos en unas imágenes y convertirlos en datos en una tabla. El desafío naturalmente está en la construcción de los algoritmos que permiten identificar los datos clave entre miles de páginas.

Y el alcance es gigantesco. Con la cognición intuitiva las máquinas pueden llegar a realizar conjeturas basadas en la mejor información disponible, como, por ejemplo, sobre la base de información financiera histórica de un cliente, establecer cuando va a necesitar coberturas, o qué tipo de cobertura tendrá mejor comportamiento o cuál es el nivel de cobertura óptimo dadas las características del cliente y de los mercados. Todo en tiempo real.

La analítica de datos:

Cuando se trata de procesamiento de información es frecuente que los volúmenes sean abrumadores; y si estamos hablando de información no estructurada, además de volumen las entidades enfrentan el reto de no saber “qué hacer” con toda esa información, “¿cómo puedo hacer una evaluación adecuada de toda esa información?”.

En los bancos los registros y la gestión de datos se realiza a través de bases de datos relacionales (RDBMS), que es una tecnología de la década de los 70, que registra los datos de una manera altamente estructurada (tablas y relaciones entre tablas).

Naturalmente se han desarrollado enfoques alternativos para almacenar y administrar datos como los basados en formatos XML, o bases de datos como NoSQL que permiten una mayor flexibilidad y pueden soportar un rendimiento de datos más rápido.

El big data surge para extraer valor de una serie muy grande de datos que individualmente capturados no valen nada (ej. Redes sociales). Pero cuando la entidad aplica analítica a un volumen muy grande de datos que en principio tienen poco valor, lo que obtiene son patrones que generan nueva información ahora valiosa para tomar decisiones.

Para los bancos, el big data y la analítica de datos es valiosa si cree que puede obtener valor del análisis de una gran cantidad de datos. Y si vamos para el mercado de derivados, cuando tenga capturada la información de los contratos, el valor agregado está en poder hacer una lectura estructurada de miles o millones de datos no estructurados.

Por ejemplo, en ContratoMarco.com estamos capturando más o menos 180 datos de cada contrato de derivados. Si una entidad tiene dos mil contratos de derivados tendremos la nada despreciable cifra de 360 mil datos de los contratos de derivados de sus clientes. Y si a eso le sumamos la captura de datos de las operaciones forwards que realizan esos mismos clientes, podemos superar un millón de datos capturados, de los contratos de sus clientes y de sus operaciones.

Lo verdaderamente increíble es que esa data ya está “digitalizada” por las entidades, pero no es líquida esa información, el banco no la está capturando. Y esa es precisamente nuestra propuesta de valor.

De hecho, al combinar todas estas herramientas lo que tendrá la entidad es una verdadera ventaja competitiva en el mercado, muy poderosa para crear valor a sus clientes.

Ahora, la pregunta es ¿cómo empiezo?

 

El primer paso: los contratos de derivados

Volvamos al ciclo de vida de una operación de derivados que, como lo señalamos, está dividido en cinco etapas:

1.  antes de su ejecución (pre-trade);

2.  ejecución (trade execution);

3.  posterior a ella (post-trade);

4.  administración de garantías (collateral management), y;

5.  generación de informes de la transacción (reporting).

Cada una de esas etapas tiene sus propios retos y dificultades dentro de un proceso de transformación digital para los bancos que ofrecen activamente coberturas con instrumentos derivados (sell-side). La generación de reportes se viene realizando de manera efectiva, pues de por medio está el cumplimiento regulatorio, seguramente es posible hacerlo de manera más eficiente, pero en tal caso la necesidad de integrar datos a la generación de reportes y la integración con varios aplicativos, hacen que no pudiera ser el paso inicial.

La negociación y la administración de garantías son procesos que se realizan ya en entornos digitales. El monto y la importancia de esas etapas hacen que tampoco sea el paso inicial para probar herramientas digitales. Seguramente es un paso más adelante, pero no el primero.

Nos quedan entonces las actividades antes y después de la ejecución. Revisadas cada una de ellas, donde más impacto se puede generar, manteniendo controlado el riesgo de implementación es sin duda en la digitalización de los contratos de derivados.

En efecto, de las diferentes etapas del ciclo de vida de la operación las que menos están digitalizadas son las relacionadas con los procesos de vinculación y de documentación. Por lo mismo, donde más fácil se puede iniciar una transformación digital de manera controlada y con menores inversiones de tiempo y de recursos es en esa etapa.Además, la digitalización de los contratos de derivados nos permite identificar la data que alimenta las actividades de un mayor número de personas, a la vez que nos ayuda a disminuir los riesgos en que hoy en día están incurriendo las entidades.

Y es que, en la medida en que los contratos no están en bases de datos correlacionadas, la adopción de un modelo digital para capturar, extraer y procesar la información de los contratos de derivados no tendrá implicaciones importantes en los sistemas relacionados.

 

La creación de valor: mejorando la interacción con el cliente

La mayor parte de las inversiones que han realizado los bancos en sus procesos de transformación digital han estado enfocadas en mejorar la interacción con el cliente, particularmente en la banca retail. Los servicios de banca por teléfono, por internet, las aplicaciones redujeron la necesidad de mantener costosas redes de sucursales.

Para la banca empresarial, la transformación digital ha estado presente a través de las integraciones del banco para facilitar el comercio electrónico, el funcionamiento de portales y pasarelas de pagos y las API, que son los medios de interacción del cliente empresarial con el mundo digital de la banca. Al mismo tiempo, todo ese desarrollo del comercio electrónico ha significado que los bancos deban crear unos centros de procesamiento más eficientes e integrados en la infraestructura existente. Es decir, la transformación digital se ha visto reflejada en la capacidad de los bancos de hacer más eficiente sus procesos para responder a los incrementos en los volúmenes de atención de los clientes empresariales.

La atención a los clientes de mercado de capitales comenzó con el desarrollo de portales durante la era de las puntocom. Inicialmente, los portales proporcionaban una forma de brindarles a los clientes acceso a información sobre el mercado, precios y alguna operación a través de los mismos. Hoy en día, los clientes demandan unos portales mucho más personalizados que ofrezcan más servicios de valor agregado como valoración de las posiciones para poder incluirlas en la contabilidad, remisión de información e instrucciones sobre las operaciones, entre otros. Pero la base actual de atención al cliente institucional está en ofrecer personalización. Y la forma eficiente de hacerlo es a través de herramientas digitales que faciliten la implementación eficiente de una propuesta de valor como la que los clientes esperan.

En los mercados de derivados, un portal robusto implica el desarrollo de una solución que se integre adecuadamente con el resto de la infraestructura de la empresa, reduciendo los riesgos operativos de una implementación. Un aumento en la integración digital puede tener impactos muy positivos en el procesamiento, la administración de datos y la toma de decisiones de los clientes. Así, si se capturan más datos de sus operaciones, empezando por las del contrato, el banco podrá ofrecer mejor información a través de la interacción digital, lo cual mejorar la calidad de los datos utilizados por los sistemas para su procesamiento. Y ese es el circulo virtuoso de la creación de valor para el cliente.

La mejora general en la cantidad, calidad y puntualidad de los datos permite que los algoritmos tomen mejores decisiones con respecto a los clientes y sus operaciones. También crea oportunidades para la toma de decisiones automatizadas para administrar mejor los riesgos de un cliente individual o de un conjunto de clientes. Con técnicas de inteligencia artificial como el aprendizaje automático, proporciona el potencial para que los algoritmos aprendan a interactuar mejor con el mundo exterior.

En el corto plazo, habrá un enorme beneficio en la creación de valor al interior de las entidades al facilitarle la toma de decisiones, lo que permitirá crear nuevos flujos de ingresos y una mayor recompensa en el mediano y largo plazo. Se trata de crear una mejor experiencia para las áreas del back, middle y front office.

 

#HagamosloSimple ¿Cómo crees que podríamos hacer más simple el manejo de estas garantías? Comenta a continuación o escríbeme a juan@contratomarco.co

  • 19 julio, 2018
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Reinventando los mercados financieros

La semana pasada iniciamos las actividades del Programa Regional de Aceleración FinTech 2018 de NXTP Labs en el que, junto a otras 40 fintechs de Argentina, Chile, Colombia, México y Perú, recibiremos acompañamiento con el fin de consolidarnos como una solución disruptiva para la industria bancaria y financiera de Latinoamérica.

El programa de NXTP Labs se centra en identificar y acelerar el desarrollo de emprendimientos de tecnología financiera en etapas iniciales; por lo que resulta clave dentro de la estrategia de cualquier fintech que quiera desarrollar tecnologías innovadoras para los mercados financieros.  Es una apuesta interesante para las startups a las que se les proporciona exposición invaluable y oportunidades de lanzamiento al mercado, al tiempo que introducen nuevas tecnologías a las entidades financieras y compañías que les permitirán atender mejor a sus clientes.

El programa de 2018 culminará en la Conferencia Regional en Ciudad de México, donde las fintech seleccionadas expondrán sus innovaciones a potenciales inversionistas, líderes regionales y entidades financieras de la región.  Toda una oportunidad para cualquiera.

Y es que las personas han cambiado la forma como consumen sus productos y servicios financieros, y ese cambio ha sido desarrollado tanto por las soluciones propias o internas de las entidades financieras tradicionales, como por las ofrecidas por las fintechs.  Esto ha llevado al aumento de las aceleradoras enfocadas en compañías fintech en todo el mundo, e incluso ha sido una alternativa muy interesante para que los mismos bancos puedan acelerar sus negocios aliándose con ellas.

Esa revolución se está dando con modelos de negocios que desafían a los modelos tradicionales.  Las plataformas de crowdfunding, las de pagos, las de negociación de criptoactivos, las soluciones basadas en inteligencia artificial, analítica de datos y computación en la nube; son modelos que eliminan al intermediario directo, y eso ha llevado a que algunas entidades vean en las fintech una amenaza.  Pero otras han visto en ellas un nuevo canal para seguir llegando a sus clientes, esta vez con un modelo de negocio alternativo.  Por ello, la colaboración entre las fintechs y las entidades financieras es importante.  Y este es el mensaje más fuerte de un proceso de aceleración: es necesario conectarse y colaborar.

 

Colaborar, colaborar y colaborar

La mayoría de las innovaciones en la era digital se han generado como consecuencia de la colaboración.  Cuando se estudia la forma como se evolucionó de los modelos teóricos de las máquinas “pensantes” del siglo XIX hasta el día en que AlphaGo derrotó a Lee Sedol en el milenario juego de Go en 2016, la base de esa innovación ha sido la colaboración.  Sin duda ha habido personas destacadas que han significado un cambio trascendental en la innovación digital, pero fundamentalmente ha sido un proceso en el que muchas personas, empresas, universidades y entidades gubernamentales y no gubernamentales han intercambiado el conocimiento para avanzar hasta el punto en que estamos hoy en día.

Una de las características de los mercados financieros es que son sistemas complejos, muy regulados, bastante desarticulados y desarrollados sobre la base de procesos análogos con alta intervención humana.  Por lo mismo, la innovación no puede darse sin la colaboración de todos los actores.  Se necesita cultivar y desarrollar una visión global, un marco de trabajo que nos permita ver interrelaciones más que productos, patrones de cambio en lugar de nichos aislados.

La innovación no se produce en línea recta, se da mediante iteraciones creadas sobre la base de intercambios de información.  Esa capacidad de percibir nuevos patrones es la que hace tan valiosa la experiencia de una aceleración.  Porque es una oportunidad para precisamente colaborar, co-crear, y desarrollar más y mejores soluciones para los mercados financieros.

El Internet ha sido la más poderosa arma creada para facilitar la colaboración.  Esto condujo a una revolución digital que le permitió a cualquiera crear, difundir y acceder a cualquier información en cualquier lugar.  Esa revolución tiene ahora su momentum en los mercados financieros.  Las entidades financieras tradicionales necesitan ofrecer una mejor experiencia de consumo de sus productos y servicios, más personalizada y a través de canales digitales, especialmente móviles.  Por ello, trabajar de la mano de las fintech es una apuesta que les permite incorporar en sus propuestas de valor la innovación externa.

Así mismo, al construir una alianza con las fintechs las entidades están reduciendo la curva de aprendizaje de nuevas tecnologías, de nuevas formas de ver el negocio tradicional.  También las expone al talento con potencial disruptivo sin tener que invertir en su formación, pero facilitando ese intercambio en temas tan complejos como big data, machine learning, blockchain, ciber seguridad, entre otras, las cuales sin lugar a duda van a redefinir los mercados financieros.  Esto sin duda ayudará a cambiar la cultura tradicional fomentando la experimentación, la asunción de riesgos y la agilidad en la implementación de ideas.

La colaboración no solo debe darse entre colegas, sino también entre generaciones, y aquí me refiero tanto a las personas como a las entidades.  De allí la importancia que tiene para el desarrollo del ecosistema que las entidades financieras tradicionales ofrezcan oportunidades a las fintech para aprender, crear y explorar las innovaciones para sus mercados o sus clientes.  En esto tenemos que dar un paso como sociedad para poder consolidar un ecosistema sólido, y por qué no, un centro de innovación regional.

 

Un centro de innovación regional

Colombia, y en particular Bogotá, se ha posicionado en el espectro regional como un centro de innovación en fintech.  De la mano de México y Brasil, Colombia se destaca regionalmente por el número de iniciativas regionales con foco en mercados financieros.

Al mismo tiempo, la Cámara de Comercio de Bogotá lanzó una iniciativa de clúster de servicios financieros para esta ciudad, como escenario para que líderes empresariales, gobierno, entidades de apoyo y academia trabajen colaborativamente para incrementar la productividad y competitividad del sector.  El objetivo es ser reconocido internacionalmente en 2026 como el principal Centro Financiero Internacional de la región Andina, Centro América y el Caribe.  Para lograrlo, se debe atraer el talento y las empresas del sector financiero.

Allí hay una oportunidad enorme para edificar un sector fintech que dinamice el desarrollo económico de la ciudad y del país y que logre ese reconocimiento en Latinoamérica.  Las empresas fintech son más livianas, el talento en ellas es más arriesgado, por lo que construir esa plataforma regional enfocada en las fintech, en este momento de desarrollo del mercado, es más sencillo.

Los principios clave sobre cómo desarrollar un centro de innovación regional son claros y los podemos estudiar, emular y aplicar.  El momento es ahora, e iniciativas como las de NXTP Labs son muestra de que se puede atraer la inversión extranjera y el talento humano especializado capaz de dar respuesta a las tendencias de la industria.

Es la capacidad de trabajar en equipo la que puede consolidar un centro de innovación regional, iniciativa a la que debemos acompañar no solo quienes estamos en el sector fintech, sino autoridades, entidades financieras tradicionales, inversionistas, gremios, medios, entre otros; y ese es el desafío que tenemos quienes hemos sido seleccionados en el proceso de aceleración de NXTP Labs: colaborar para potenciar la innovación de la industria financiera a través de soluciones disruptivas.

  • 28 junio, 2018
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El valor de la información

La ventaja competitiva de los bancos está en la capacidad de capturar, analizar y compartir la información de sus operaciones (estructurada y no estructurada).  Esa habilidad, les permite repensar la forma como crean, entregan y capturan valor para sus clientes.  Un buen comienzo para el mercado de derivados es capturar la información de sus contratos.

Todas las compañías son hoy en día compañías de información.  Todas.  No importa el sector, el tipo de entidad.  Una compañía de petróleo, por ejemplo, deriva su valor de la información que maneja sobre la exploración, explotación y comercialización del commodity; y lo mismo puede decirse de cualquier empresa en cualquier sector.  Los datos son el motor de la economía hoy en día, el activo más precioso de los mercados, no importa el tamaño de la empresa, e independientemente del sector económico.  Las decisiones del día a día de los negocios dependen de la información que está en diferentes formatos, no es solo la información financiera o la que reposa en sistemas centralizados (información estructurada), sino la que se acumula en múltiples sistemas como los correos electrónicos, la que está en los medios, en las redes sociales, en las conversaciones y por supuesto la información de los contratos (información no estructurada).  Toda esa información tiene un valor incalculable, al punto que es el verdadero diferenciador de nuestra competencia.

Estamos en los comienzos de la revolución digital, de la era de la información, una etapa en la que ha habido profundos cambios en los modelos de negocio de muchas industrias.  Una era de automatización, de conectividad en la que con frecuencia surgen tendencias que hacen repensar la forma como se crea, entrega y captura valor.

Quizás todos tenemos claro que el destino final es el mundo digital.  Sin embargo, las dudas están respecto a cómo podemos llegar allá.

 

Los mercados de derivados

Según el reporte de The Financial Brand con las principales tendencias de la banca para 2018[1], la segunda prioridad estratégica de los bancos globales es mejorar la capacidad analítica de los datos (51%).  Para los mercados de capitales la tendencia es hacia analizar la información generada en las operaciones que no es capturada por los sistemas de negociación.  Esa analítica es la fuente de una verdadera ventaja competitiva.

Por su parte, los mercados de derivados enfrentan un momento histórico.  La transformación que ha sufrido la industria en la última década pos-crisis financiera ha reconfigurado totalmente los mercados de derivados.  Sencillamente, en la era pos Dodd-Frank y EMIR, la forma como se opera en los mercados de derivados a nivel global es muy distinta.

Después de la famosa proclama del G20 en septiembre de 2009, la mayoría de las operaciones de derivados son ahora reportadas a un repositorio de información, la compensación en cámara es más común y la ejecución electrónica está ganando impulso.

Esa transformación naturalmente se ha dado en gran medida en los países en los que los derivados están más desarrollados, pero como cualquier cascada de requerimientos regulatorios va cayendo poco a poco en los mercados en desarrollo como los de Latinoamérica.

Estos cambios han tenido un impacto en prácticamente todo el ciclo de vida de una operación: antes de su ejecución (pre-trade), en la ejecución (trade execution), posterior a ella (post-trade), en la administración de garantías (collateral management) y en la generación de informes de la transacción (reporting).

Y en cada una de esas etapas se genera información determinante para la toma de decisiones.

La pregunta entonces es, si el destino es la digitalización completa de todos los procesos y productos, la consolidación de la información dispersa en múltiples sistemas, el desarrollo de un ecosistema integrado que genere experiencias positivas para el cliente y sistemas de información que mejoren la forma en que trabajamos; ¿por dónde empezar?

La información se encuentra en el núcleo de la transformación digital.  En la era digital, la información es el activo preciado y diferenciador para el éxito.

 

La propuesta de ISDA

La International Swaps and Derivatives Association (ISDA) señalaba que, si los procesos de las operaciones de derivados se rediseñaran en este momento, el resultado tal vez sería muy diferente al que tenemos hoy en día[2]: “En lugar de un mosaico de procesos desarticulados e intensivos en trabajo manual, habría una mayor coherencia y automatización.  En lugar de que cada empresa tenga que desarrollar y mantener su propio catálogo único de datos y definiciones, habría una representación estándar de los eventos de las operaciones y las acciones que todos utilizarían.  Y en lugar de tener que conciliar las operaciones después de cada etapa de su ciclo de vida para eliminar inconsistencias, las acciones y los eventos se podrían aplicar a un único registro central al que tendría acceso cada contraparte.”

Esa es la visión de la industria e ISDA trabaja actualmente en un modelo operativo que estandarice todas las actividades que suceden a lo largo del ciclo de vida de una operación de derivados, y busca hacerlo a través de una cadena de bloques (blockchain).  Allí hay un norte más específico de hacia dónde deben dirigirse los primeros esfuerzos colectivos en los mercados de derivados.

Y a nivel individual, es decir, a nivel de los bancos, el primer paso debería ser alistarse para ese desarrollo futuro.

 

Empezando por el principio

La información estructurada es información en campos fijos en una hoja de cálculo o una base de datos relacional que se encuentra generalmente en sistemas ERP (Enterprise Resource Planning).  A esa información se accede a través de las herramientas ERP como los que se usan para las decisiones en finanzas, recursos humanos, cadena de suministro, etc.  Estos procesos dependen de grandes volúmenes de datos.

La información no estructurada es la conversación que se forma alrededor de estos datos.  Es la factura del proveedor archivada, el informe de gastos, recibos, presentaciones, faxes, memos, correos electrónicos, redes sociales, videos, contratos y más.  No es sistemática, es difícil de analizar y representa un asombroso 80% de los datos de la empresa en la actualidad.

Sin embargo, en la economía digital toda esta información fragmentada en múltiples sistemas es el activo más preciado.  Hoy en día el valor de los datos no estructurados es determinante incluso para establecer los montos de inversión en ciberseguridad, y las pólizas de seguros por ataques cibernéticos.  Una inadecuada valoración de esa información puede llevar a infravalorar el valor real de una empresa.

Para que el valor de la información no estructurada sea realizado, esa información debe ser localizada, administrada, compartida, protegida y comprendida.  Y esto se logra si existe un sistema centralizado que facilite la conectividad entre los usuarios de esa información y la información desagregada.

Naturalmente este es un gran desafío, por la enorme cantidad de información generada y la ausencia de herramientas para procesarla de manera eficiente.

Es por ello por lo que debe haber un comienzo.  Y en relación con las operaciones de derivados ese comienzo es por donde se inicia la relación con el cliente: los contratos y el proceso de vinculación.

 

El problema actual: la ausencia de liquidez de la información de los contratos

Las operaciones de derivados se documentan a través de contratos que en términos generales son bastante estándar.  Pueden ser contratos ISDA o contratos locales que generalmente tienen una estructura similar a la del contrato ISDA.  Y esa estructura es la de un Contrato Marco (ISDA Master agreement) estándar, un Suplemento (Schedule) y las Confirmaciones (Confirmations) de cada operación de derivados.  Adicionalmente, los contratos de derivados suelen acompañarse (y más hoy en día como consecuencia de las exigencias regulatorias) de los contratos o anexos que definen las garantías, esto es, un CSA Local o Anexo de Respaldo Crediticio (Credit Support Annex).

El Contrato Marco es un contrato estandarizado y ampliamente aceptado en cada jurisdicción, por lo que la negociación inicial se centra en el Suplemento y en el CSA Local.  Y una vez acordados los términos legales, cada una de las operaciones, con sus particularidades, se negocia generalmente de manera verbal (telefónica) o por chats a través de diferentes sistemas habilitados para ello, lo cual queda registrado a través de medios verificables, y en todo caso, de las Confirmaciones.

De esta manera, el Contrato Marco (Contrato y Suplemento) es el documento que rige todas las operaciones que realizan las partes durante toda la vigencia de su relación comercial.  Con la particularidad de que pocas veces se renegocian los contratos, las cláusulas pactadas son Ley para las partes en cada una de las operaciones que celebren en lo sucesivo.  Y estamos hablando de años de vigencia del contrato, de cientos y en varios casos, de miles de operaciones reguladas por el mismo contrato, independientemente del paso del tiempo.

El problema es que la regulación y el apetito de riesgo de las contrapartes cambia con el tiempo.  Y por supuesto el volumen de contratos celebrados con múltiples partes por el banco (Sell-Side) o proveedor de cobertura hace que llegue un momento en el que el volumen de contratos es muy alto y la valiosa información contenida en ellos no es líquida.  Se queda en un papel o en una imagen.

Ahora imagina buscar un dato de un contrato que requiera inmediata intervención entre miles o millones de páginas ¿Cuánto tiempo y dinero pierden los bancos encontrando esa información? ¿Cuánto riesgo asumen por el error humano de no identificar un dato, un contrato?

 

Los costos de esa iliquidez

Una de las características de las operaciones de derivados es que el riesgo que asumen las partes no es determinado ni en magnitud ni en dirección.  Cuando un banco le otorga un crédito a una empresa, el banco sabe que él es el acreedor y la empresa el deudor, y sabe que el monto máximo a perder será el monto desembolsado.  En las operaciones de derivados esos dos elementos son inciertos, el banco que vende un derivado puede resultar acreedor o deudor del comprador de protección, dependiendo del comportamiento del subyacente de la operación.  Así mismo, el monto máximo a perder es incierto porque también depende de la evolución del precio del subyacente.  Eso hace necesario que en los contratos de derivados se documenten con precisión las obligaciones de las partes y las garantías para mitigar tales riesgos.

Es por esto por lo que en los contratos se negocian diferentes cláusulas que tienen por finalidad precisamente mitigar esos riesgos.  Incluso, para las operaciones de mayor volumen, o con los clientes que realizan operaciones con mayor frecuencia, el Contrato Marco se acompaña del anexo de crédito o CSA Local, instrumento en el cual se acuerda la forma como se mitigan riesgos a través de la entrega de garantías con la frecuencia, forma e instrumentos definidos en dicho anexo.

La información contenida en el Contrato Marco es entonces esencial para la correcta toma de decisiones sobre renovación de cupo, realización de determinadas operaciones, y en general, para administrar los riesgos de las operaciones cubiertas por el contrato.

Cuando esa información no es capturada mediante herramientas a las que pueda acceder cualquier área del banco que tenga a cargo decisiones en relación con esas operaciones (negocio, riesgos, legal, operaciones o cumplimiento), las decisiones que se adopten en relación con las operaciones de derivados se están tomando con la ausencia de datos fundamentales para ello.

Algunos ejemplos: ante el incumplimiento de un cliente, el banco debe analizar si procede o no la compensación, pero mientras se obtiene la información, y se emite el concepto, el cliente puede haber retirado recursos con los cuales habría podido realizarse la compensación.  Los cambios regulatorios obligan a que los bancos incluyan determinada cláusula en sus contratos, y a los bancos les cuesta mucho tiempo y dinero encontrar exactamente los contratos que debe modificar entre cientos o miles de ellos.  La forma de valorar el riesgo dentro de la entidad ha cambiado y, por lo mismo, los bancos necesitan cambiar los contratos en los que fueron más laxos con las garantías, pero no saben cuáles son estos contratos.  Una fusión hace evidente que el banco objetivo requiere incluir en sus contratos de derivados alguna política corporativa o alguna norma de la nueva casa matriz, pero no le resulta fácil identificar con precisión cuáles de los contratos tiene que modificar.  Hoy en día hay bancos que tienen firmadas cláusulas de arbitramento que no son aplicables al esquema vigente, pero no saben cuáles de sus contratos son los que deben modificar.

Todos estos problemas pueden superarse con una solución como la que ContratoMarco.com le ofrece al mercado.

 

#HagamosloSimple ¿Cómo crees que podríamos hacer más fácil tu trabajo haciendo más liquida la información de los contratos de derivados? Comenta a continuación o escríbeme a juan@contratomarco.co

 

[1] The Financial Brand “Top 10 Retail Banking Trends and Predictions for 2018” https://thefinancialbrand.com/69180/2018-top-banking-trends-predictions-outlook-digital-fintech-data-ai-cx-payments-tech/all/?smedia-twt-ambsu Consultado el 10 de febrero de 2018

[2] ISDA http://isda.derivativiews.org/2017/10/17/a-first-step-towards-the-future/ consultado el 9 de febrero de 2018

  • 21 junio, 2018
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9 riesgos innecesarios de las bases de datos en hojas de cálculo

Las hojas de cálculo son sin duda una herramienta muy valiosa en la oficina. Son fáciles de usar, sus funciones las aprendimos rápidamente y están en todos los ordenadores. Sin embargo, también generan muchos riesgos si las usas para tomar decisiones sin considerar sus limitaciones, lo cual podría materializarse en pérdidas muy grandes para la entidad. A continuación, te presentamos algunos motivos por los cuales quizás deberías reconsiderar el uso de hojas de cálculo para la gestión de los riesgos de las operaciones de derivados:

  1. Brecha de información: La información que se extrae de las operaciones de derivados para ser administrada en una hoja de cálculo no es completa, está limitada, y por lo mismo, hacer seguimiento implica pasar por alto información que puede ser determinante para administrar mejor los riesgos, o identificar una oportunidad para corregir un problema.
  2. Imprecisión: Según un estudio de la Universidad de Hawaii, citado por MarketWatch , el 88% de las hojas de cálculo contienen errores. Imagina el costo que tiene para el banco tomar decisiones sobre la base de información con ese nivel de imprecisión.
  3. Error humano: Cuando la introducción de datos es 100% manual, la probabilidad de error es muy alta. JP Morgan Chase perdió más de us$6 billones en el caso “London Whale” debido, entre otros, a errores en hojas de cálculo (incluyendo “copiar y pegar de forma incorrecta datos de otras fuentes de información del banco” ).
  4. Dificultad del trabajo en equipo: Seguro te ha pasado que, al compartir un libro de hojas de cálculo, la información se sobrescribe, o no te deja guardar el archivo con los cambios recientes, o alguien cambia una celda, un dato, un color. Por lo mismo, lo más común es que el número de usuarios de la información sea absolutamente limitado. A pesar de las nuevas versiones para trabajo colaborativo, las hojas de cálculo siguen siendo una limitación para ello.
  5. Escalabilidad: Algunas hojas de cálculo son demasiado grandes y con un volumen de datos muy alto, lo cual dificulta su manejo. Las hay con cientos o miles de filas y con cientos de columnas, lo cual es muy difícil de manejar.
  6. Ausencia de alertas: Con las hojas de cálculo puedes hacer seguimiento a fechas o ciertos datos, pero no te permiten generar alertas sobre el seguimiento de esa información.
  7. Seguridad de la información: Cuando las hojas de cálculo son compartidas entre diferentes equipos de trabajo, o con personas de diferentes niveles de empoderamiento, se pueden presentar fugas de información, que hacen que o no se incluya información determinante para tomar decisiones, o dicha información se ponga en riesgo. Y la alternativa de poner contraseñas solo impide el acceso a personas no autorizadas, pero no restringe accesos según un perfil definido, ni queda registro de quienes acceden o de quienes modifican la información.
  8. Referenciación al archivo original: Para tomar una decisión en relación con una operación, un cliente o un contrato en particular; seguramente has tenido que pedir el contrato o la imagen de este a otra área, con lo cual debes agregar ese tiempo a la toma de decisiones.
  9. Consume tiempo, mucho tiempo: La creación del archivo, la definición de formatos, el mantenimiento de este debe ser realizado por alguien. Y muchas veces esa información se pierde cuando las personas se ausentan temporal o indefinidamente, lo cual genera una pérdida adicional para el banco.

Por esto, las hojas de cálculo son una solución bastante limitada para administrar la información de las operaciones de derivados. La tecnología para evitar estos riesgos no siempre es costosa. En el mercado hay una gran variedad de soluciones que se ajustan a las necesidades y presupuestos de cualquier banco. La implementación de una solución de software te ahorrará no solamente tiempo y dinero, sino que te ayudará a identificar las falencias en las operaciones, y de esta manera, te facilitará administrar mejor los riesgos.

En ContratoMarco.com cuentas con una aplicación de software en la nube con todas las condiciones de seguridad y funcionalidades creada específicamente en función de las necesidades de los bancos, totalmente escalable y especializada en los diferentes contratos de derivados.

#HagamosloSimple ¿Qué harías si pudieras sacar el máximo provecho de los datos de manera más simple? Comenta a continuación o escríbeme ajuan@contratomarco.co

  • 17 mayo, 2018
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