Una hoja de ruta de mediano y largo plazo para el mercado de capitales. Ese es el objetivo de la Misión del Mercado de Capitales (en adelante la “MMK2”), que el Gobierno ha liderado en conjunto con la industria a través de unos talleres cuyas conclusiones ha puesto en conocimiento y para comentarios del público. La primera fase, “Diagnóstico y Priorización de Problemáticas” ha dividido los temas alrededor de tres ejes: demanda (ampliar la base de inversionistas), oferta (profundizar la oferta) e infraestructura (eficiencia del mercado). A continuación, nuestros comentarios a esta primera fase.
Y es que todo este esfuerzo debería servir al propósito de convertirnos en un Centro Financiero Internacional a nivel regional (Latam). Un verdadero hub que atraiga las empresas y el talento que dinamicen más sectores de la economía, que generen los impuestos con los que podamos alejarnos mucho más de la pobreza, que sea un referente de ejecución extraordinaria y de trabajo en equipo en pro de un solo objetivo: ser los primeros en la región para 2026, como lo propone el Clúster de Servicios Financieros de la Cámara de Comercio de Bogotá. Y creo que ese objetivo es posible si ese esfuerzo se enfoca decididamente en atraer a las empresas y al talento que están construyendo el futuro de los mercados de capitales. Creo que ese futuro es posible solo si todos nos apalancamos en la innovación.
Este es el tercer artículo de una serie (realmente el cuarto porque hubo una introducción anterior). Los artículos anteriores sobre demanda (aquí), sobre oferta (aquí) y la introducción (aquí) completan la serie. Y habrá un artículo final (terminarán siendo cinco) específico para el mercado de derivados (aquí).
Infraestructura: La revolución del blockchain
El Gobierno destaca que el mercado de capitales se caracteriza “por la existencia de conglomerados financieros cada vez más consolidados, con propiedad y presencia regional y que administran riesgos financieros cada vez más complejos.” Así mismo, con un sistema basado en un modelo de matrices y filiales que ha “segmentado entre las entidades financieras conforme su licencia autorizada”, y una incipiente irrupción (no disrupción, aún) de modelos de negocio “con mayores eficiencias y especialización en la prestación de servicios financieros”. Respecto a las infraestructuras, el Gobierno señala que el mercado “tiene actualmente una infraestructura completa con proveedores especializados para facilitar la negociación, evaluación de riesgo, valoración, depósito y custodia que ha ayudado a consolidar las plataformas de negociación.”
Por su parte, la industria concluye señalando que hay desafíos sobre la estructura del mercado de capitales, el diseño institucional, la intermediación de valores, los proveedores de infraestructura, el mercado de derivados, y la internacionalización del mercado. Y propone cerca de cuarenta recomendaciones para superar esos desafíos. Sin embargo, en ninguna de ellas se hace referencia a la forma como el blockchain, la inteligencia artificial, la computación en la nube, o el big data pueden hacer más eficiente los mercados financieros. Y creo que hablar del futuro de los mercados de capitales sin mencionar el impacto que estos temas tienen en la infraestructura del mercado de capitales (no solo en el futuro sino en el presente), es sencillamente imposible.
La industria del mercado de capitales enfrenta básicamente un desafío de creación de valor, con una estructura de costos altamente fragmentada, en algunos casos insostenible, lo que la hace muy propensa a futuras disrupciones. Y esa disrupción, fundada en la eficiencia, se va a dar por la concurrencia de tres fuerzas:
- Disrupción en la creación de valor para el cliente: la formación de precios está migrando de la red de contactos de los intermediarios a las plataformas, donde el equilibrio entre el buy-side y el sell-side se está reorganizando. Y aquí la disrupción proveniente de las plataformas construidas sobre blockchain va a ser la más grande transformación en toda la industria financiera en los últimos cinco siglos.
- Disrupción en la creación de una ventaja competitiva: la más clara ventaja competitiva y sostenible estará dada por los desarrollos en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático (machine learning), que serán verdaderos impulsores de transformación digital con unos niveles de alcance que van a transformar radicalmente la industria.
- Disrupción en la creación de un nuevo ecosistema: las cadenas de valor digital, formadas alrededor de los datos de las operaciones van a cambiar la forma como se gestionan los clientes, se realiza la asesoría y se prestan los servicios financieros.
Como lo señalamos, el objetivo de la MMK2 es crear una hoja de ruta de mediano y largo plazo para el mercado de capitales que, agrego, nos permita convertirnos en un centro financiero regional en 2026. Y no hay reto más difícil de abordar, como la construcción de una agenda sobre el futuro, en medio de la profunda transformación que está sufriendo la industria a nivel global. La primera Misión del Mercado de Capitales (en 1996) construyó una hoja de ruta que fue fundamental para los siguientes diez años. Y si la MMK2 no aborda estos temas, no va a ser relevante en el futuro y tendrá una vigencia mucho menor.
La evolución de la tecnología en la industria de mercado de capitales va a traer grandes oportunidades a quienes más rápido aborden los desarrollos en estos temas. Las contrapartes van a cambiar, la consolidación se dará en torno a los actores que tengan el talento más preparado para abordar los desafíos digitales, el mayor número de patentes y la mejor capacidad de ejecución. Y esto va a obligar a reformular los roles de intermediarios e infraestructuras y a cambiar sus modelos de negocio. Y si no existe un marco regulatorio previsto y previsible, esa transición puede generar más de una crisis financiera mientras logra su consolidación. Y en ese escenario, el rol de las autoridades será fundamental orientando y creando confianza en pro de la competencia del mercado.
Cualquier ejercicio de planeación que realicen las entidades hoy en día involucra necesariamente la evaluación de la forma como la blockchain, la inteligencia artificial, la computación en la nube, o el big data están evolucionando en los mercados de capitales, la evaluación de cómo se puede prosperar en ese nuevo entorno y los cambios que suponen para los modelos de negocio actuales. Por lo mismo, si la planeación la hacemos como industria, estos temas también deben ser abordados, y no solo tangencialmente, sino estructuralmente. Es que allí está el futuro de los mercados de capitales.
Por supuesto que, en un mercado con tan variados participantes, las respuestas a los desafíos tecnológicos diferirán para cada negocio y para cada sector y subsector. Sin embargo, hay unos puntos comunes para los mercados de capitales: la estandarización, los repositorios de información, la interoperabilidad, y el open data. Unas consideraciones de las MMK2 sobre estos temas pueden guiar a todos los actores sobre bases sólidas para determinar dónde encaja la innovación tecnológica en el modelo de negocios, cómo transformar sus productos, cómo administrar mejor el riesgo y el cumplimiento, qué estrategias desarrollar, entre otros temas. En últimas, se trata de desarrollar un marco estructural que permita guiar y desarrollar la industria de mercados de capitales hacia el futuro.
Por ejemplo, para el sector de infraestructuras del mercado de valores, el nombre de la innovación se llama blockchain. La naturaleza disruptiva de esa tecnología creará más eficiencias y al mismo tiempo reducirá el riesgo y los costos para la industria financiera, como nunca antes una sola tecnología ha cambiado toda una industria. Hace unos meses, DTCC presentó los resultados de un piloto que hicieron y pudieron comprobar que una blockchain es capaz de respaldar los volúmenes de negociación diarios promedio del mercado de valores de EE. UU., esto es, más de 100 millones de transacciones por día. Y con unos ahorros significativos en costos y en seguridad que han llevado a DTCC a repensar toda su infraestructura tecnológica.
Y los avances, casos de uso, pilotos y pruebas abundan a lo largo de las infraestructuras. La Bolsa de Santiago comenzó a aplicar tecnología Blockchain en su sistema de ventas cortas, transformándose así en la primera plaza bursátil de América Latina en utilizar esta tecnología en sus operaciones. Nasdaq lanzó Linq, como una solución de blockchain para la emisión, el seguimiento de la propiedad y la negociación de activos de capital privado. La Bolsa de Valores de Australia está trabajando para evaluar la posibilidad de utilizar la tecnología blockchain para reemplazar su sistema actual de compensación y liquidación. En Contrato Marco estamos utilizando una blockchain para administrar las garantías de las operaciones de derivados OTC, en un consorcio en el que participan infraestructuras del mercado y entidades financieras. Y esto es solo el comienzo de un futuro con una clara promesa de valor: desarrollar una infraestructura más eficiente para los mercados de capitales.
Y mientras la innovación no se detiene, es importante organizar su desarrollo futuro para revisar cuáles son los procesos que van a tener un mayor impacto con la convergencia hacia blockchain, cómo impacta esto los sistemas de cumplimiento y administración de riesgos no solo a nivel de las entidades sino también a nivel sistémico, y qué debería decir la regulación al respecto.
Blockchain tiene el potencial de mejorar la calidad de la información, la trazabilidad y su auditoría. Para las entidades, es una oportunidad para mejorar sensiblemente el cumplimiento regulatorio, lograr mayores niveles de eficiencia operativa eliminando las reconciliaciones en ambas lados, y tener acceso a más y mejor información de las operaciones y del mercado; lo cual unido a desarrollos de analítica de datos son una fuente nueva para modelos de negocio disruptivos. Y para las autoridades, es acceso directo a los datos para un monitoreo regular, continuo y en tiempo real.
El World Economic Forum ha formulado los temas sobre los cuales las autoridades deberían enfocar sus esfuerzos de intervención:
- ¿Cómo y quién definirá los estándares?, ¿cómo se modificarán y adoptarán los nuevos estándares para seguir la evolución de las soluciones?
- ¿Cómo se estructurarán los modelos de gobierno? ¿Cómo cambiarán las expectativas en torno a estas funciones en un entorno donde el consenso del grupo es clave para el éxito?
- ¿Cómo se aborda el desafío que implican los contratos inteligentes sobre activos digitales que se autoejecutan, incluso por encima de la regulación local?
- ¿Qué regulaciones se aplicarán a los activos que se negocian tanto dentro como fuera de la blockchain?
- ¿Cómo se definen las reglas para equilibrar la privacidad y la transparencia de tal manera que resulte aceptable para las autoridades?
- ¿Cómo hacer compatible la inmutabilidad del blockchain con la evolución de la regulación?
- ¿Cómo hacer compatible la inmutabilidad del blockchain con las fallas de los smart oracles (que aportan una prueba criptográfica de la fuente de datos externos a la blockchain) y su correspondiente responsabilidad?
- ¿Es necesario construir una nueva taxonomía de productos, infraestructuras e intermediarios del mercado? ¿debería la supervisión abordar directamente a esas entidades o mantener una supervisión delegada a través de las entidades actualmente supervisadas por las autoridades financieras?
Estos son temas sobre los cuales la industria debe buscar guías, o por lo menos un reconocimiento de que son los temas sobre los cuales mientras evoluciona el mercado deben ser resueltos en los sandboxes, pilotos, pruebas de concepto, etc.
Creo que existe la suficiente consciencia sobre el potencial que tiene blockchain para transformar la forma en que pensamos sobre los activos financieros y la forma en que operará la industria financiera en el futuro. Tal vez algunos creemos que ese cambio será radical (de cero a uno en palabras de Peter Thiel); mientras que habrá quienes piensen que el cambio será simplemente evolutivo. Algunos creemos que ese cambio tomará poco tiempo; mientras que habrá quienes piensen que el cambio será gradual y prolongado. Algunos creemos que el beneficio para el ecosistema es tangible y que va a transformar la experiencia de los clientes; mientras que habrá quienes piensen que los beneficios aún son inciertos e incluso un mito. Pero en lo que todos estamos de acuerdo, es que el riesgo de pasar por encima y simplemente ignorarlo es demasiado grande.