ISDA ha decidido retar la industria de los derivados diseñando la forma como los mercados van a ejecutar sus operaciones de cara a la revolución tecnológica que enfrentan las entidades financieras. Para ello, ha puesto en conocimiento del mercado las bases conceptuales de lo que denominan el ISDA CDM 1.0 (ISDA Common Domain Model), lo que permitirá implementar la tecnología de blockchain y smart contrats en las operaciones con instrumentos financieros derivados.
Vale la pena señalar que el ISDA Master Agreement es quizás el experimento contractual más exitoso de la historia de la humanidad. Un contrato en el que todos los abogados del mundo, de casi todas las jurisdicciones, están de acuerdo. Algo absolutamente insólito en cualquier tiempo de la historia. Es por ello que esa ventaja que existe en el mercado de los derivados bien puede capitalizarse para traer nuevas y refrescantes innovaciones al mercado. Y ese es el compromiso de ISDA con el mercado: innovar para hacer los mercados más seguros y eficientes.
En el camino de la innovación, en ISDA han advertido que el primer paso para avanzar está en la estandarización de las políticas y procedimientos del ciclo de vida de las operaciones de derivados. Con la promesa de hacer un ciclo de operaciones más eficiente, el objetivo trazado por ISDA es el de estandarizar, ya no solo el contrato, sino ahora los procedimientos internos. Poder identificar la terminología común que puede traducirse en código estandarizado, legible para las máquinas, es el objetivo específico del ISDA CDM.
Cuando esté completamente implementado, el ISDA CDM les permitirá a todas las entidades del mundo saber cómo se realizan las operaciones de derivados, facilitando la comprensión de las mismas y, sobre todo, facilitando la interoperabilidad entre agentes y la oferta de plataformas de tecnología que capitalicen precisamente esta estandarización.
Con el ISDA CDM “los participantes del mercado tendrán una representación común de los procesos y conceptos fundamentales de la industria, desglosando cada evento en un estado ‘antes’ y ‘después’, y definiendo con precisión el cambio que se produce entre los dos”. Esto también genera beneficios para los reguladores quienes tendrán la referencia de un mercado homogéneo, pudiendo dar el alcance que requieran para lograr un satisfactorio cumplimiento de la norma, mejorando la transparencia del mercado.
En el pasado hemos podido ver como ISDA logró una estandarización que parecía imposible: poner de acuerdo a tantos abogados. El reto está ahora en las tareas internas de cada organización. Y es que el problema surge cuando las autoridades, o el mercado, imponen un estándar distinto que hace que cada entidad lo interprete o implemente de manera diferente. Eso además distorsiona la data que se genera en esas operaciones, y ello puede significar una sub o sobre representación de lo que la regulación o el mercado desean medir. Esa estandarización en los procesos de operaciones también generará estandarización en la reportería y en las actividades de cumplimiento.
¿Podrá ISDA lograr su propósito de estandarizar las políticas internas de la inmensa mayoría de bancos y sus procedimientos de operación para los derivados? Parece una quimera, un desafío gigantesco, pero esa es la apuesta de ISDA.
Generalmente la industria avanza ofreciendo soluciones para el negocio, e incluso para las áreas de riesgos. Y hemos dejado a tras la innovación para toda la cadena de usuarios de esas operaciones (negocio, riesgos, legal, operaciones y cumplimiento). La apuesta de ISDA nos señala un camino sobre donde hay y donde habrá oportunidades interesantes para las fintech. Los beneficios de la estandarización del contrato son evidentes, y lo será si además los procedimientos se ejecutan de la misma manera. Cuantas oportunidades hay allí…